La despensa otoñal se llena de productos únicos, con las setas, la caza y algunas verduras y frutas como protagonistas. Dentro de estas últimas se encuentra el membrillo, un fruto que ha de cocinarse porque debido a su alta astringencia no se puede tomar en crudo. Y si hay una elaboración estrella a partir de él, indiscutiblemente es el delicioso dulce de membrillo, que te mostramos cómo preparar, en unos pocos pasos, de la manera más sencilla. No conviene abusar de él porque, al tener mucho azúcar, es muy calórico pero de vez en cuando nos podemos dar el capricho de comerlo.
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En España las mayores plantaciones de membrillo las encontramos en Córdoba y en Extremadura, aunque en Galicia también está muy presente. Un sabroso manjar que cada otoño inunda las tiendas y mercados para deleite de los más golosos y cuyas posibilidades gastronómicas son de lo más variadas. También en Latinoamérica goza de mucha popularidad.
El membrillo ha de cocinarse porque debido a su alta astringencia no puede tomarse crudo.
Este fruto de color amarillento y de pulpa dura, que nace en un árbol llamado membrillero -emparentado con el manzano y el peral-, era ya utilizado y alabado por las más antiguas civilizaciones como la griega o la romana. Tanto es así que, incluso, llegó a ser conocido como ‘alimento de dioses’ por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud y por su exquisito sabor.
Tampoco la medicina natural ha pasado por alto sus cualidades para combatir afecciones como las quemaduras, las hemorroides, los sabañones o las grietas en la piel.
Propiedades saludables del membrillo
El membrillo ayuda a regular el tránsito intestinal, a tratar los trastornos digestivos, favorece la eliminación de ácido úrico, resulta recomendable para tratar determinadas afecciones de corazón debido a su alto contenido en potasio y bajo en sodio... Tiene vitaminas A, C, B1, B2 y B3 y un considerable porcentaje de fibra.
Su gran cantidad de pectina es la que ayuda a dar textura al dulce o carne de membrillo, como sucede en las mermeladas, confituras, jaleas, etc.
Antiguamente, el membrillo era conocido como ‘alimento de dioses’ por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud y por su exquisito sabor.
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Ingredientes para el dulce de membrillo y cómo prepararlo
Como ingredientes tan sólo necesitarás los membrillos y azúcar (las proporciones irán en función de la cantidad de dulce de membrillo que quieras preparar).
- Pela, quita el corazón y trocea los membrillos.
- Échalos en una olla con agua, espera a que hierva, bajamos a fuego medio y cocemos durante 40-45 minutos.
- Cuando esté todo blandito y casi deshecho, pasa por el pasapuré.
- Pesa esta compota y añade el mismo peso de azúcar en la cazuela -puedes poner menos si no te gusta tan dulce-.
- Deja hervir otros 45 minutos más o menos, removiendo a menudo con una cuchara de palo para que no se pegue. Es conveniente proteger las manos con un paño, porque salta al cocer. Estará listo cuando al dejar de pie una cuchara en el centro no se caiga hacia un lado.
- Vierte el resultado en recipientes untados con un poco de aceite de oliva virgen para que el dulce de membrillo brille al desmoldarlo.
- Introduce en la nevera durante unas 24 horas para que adquiera la consistencia característica del dulce de membrillo.
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Cocina con dulce de membrillo
Una vez preparado el dulce de membrillo, sus usos en cocina son muy diversos; hace un maridaje fantástico con queso y nueces, también como ingrediente para tartas y pasteles resulta delicioso, incluso como guarnición para platos de carne, caza o pescado y como parte de sándwiches o ensaladas, a los que aporta un sabroso contrapunto dulce.