Entramos de lleno en la Semana Santa y muchos ya nos hemos aprovisionado de todo lo necesario para preparar las recetas más propias de esta época. Siguiendo los consejos de ¡HOLA! Cocina tendremos el potaje de vigilia perfecto, las torrijas más deliciosas y muchos otros platos de bacalao que se suelen tomar en estas fechas. Al pilpil, en salsa verde, a la riojana, con tomate, se suman otras muchas recetas con este pescado.
Rescatamos una de las recetas que más nos gustan con bacalao: los buñuelos. Son perfectos para servirlos como aperitivo o entrante y la clave de su éxito está en lograr que queden jugosos por dentro y muy crujientes por fuera. No es una elaboración complicada pero, como todo, tiene su miga. Y para hacerlos correctamente hay que tener en cuenta factores como el perfecto desalado del bacalao, las proporciones justas para hacerl la masa, el aceite que uses, la fritura...
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¿Qué ingredientes llevan los buñuelos de bacalao?
Apenas lleva 4 ó 5 ingredientes. Y tienen la ventaja de que casi todos los tienes a mano en casa. El bacalao lo puedes comprar con antelación pues al estar salado, se conserva durante bastante tiempo. A este pescado se suman harina, agua, huevo, levadura en polvo, cúrcuma (opcional, porque puedes aromatizarlo con esta u otras especias, perejil fresco, aceite de oliva y sal.
En esta vídeo receta te mostramos cómo en tan sólo 8 pasos podrás preparar unos buñuelos de bacalao de escándalo.
¿Qué bacalao se utiliza para preparar los buñuelos?
Puedes comprarlo ya desalado y te ahorras uno de los pasos más importantes y que más tiempo requieren. Pero si decides desalarlo tú, hay que hacerlo muy bien para que no quede ningún desagradable resto de sal de más. Pasa por el agua fría del grifo las migas de bacalao para enjuagarlas, mételas en un bol, cubre con agua fría y déjalas en la nevera unas 10 horas. Tienes que cambiar el agua y volver a lavar el pescado unas 3-4 veces. Transcurrido este tiempo, escurre el bacalao, sécalo bien y pícalo en trocitos. Para los buñuelos, usa simpre bacalao desmigado, se distribuye mejor por la masa y quedan mucho más finos y agradables al morder.
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Cómo preparar la masa de buñuelos de bacalao
Lo has visto en nuestra vídeo receta, y aquí tienes una guía que puedes seguir a la hora de ponerte manos a la obra con los buñuelos.
- Lo primero es batir los huevos en un bol y añadirles la harina y la levadura en polvo.
- Les vamos a poner cúrcuma que le da un toque que nos encanta, pero puedes aromatizar con otros condimentos como curry, pimentón y/o ajo picadito, elige el que más te guste. Incluso, hay quien le pone una pizca de colorante para que no estén tan pálidos.
- Agrega ahora el agua y mezcla bien con una varilla para obtener la masa. Mide bien la cantidad porque no queremos que quede ni cementosa, ni tampoco una pasta demasiado líquida. Ayudándote con la varilla, deshaz del todo los posibles grumos que pueden formarse por la harina, cuya cantidad también has de controlar bien, porque, junto al agua, es la responsable de evitar apelmazamientos no deseados.
- Un truco infalible para conseguir ese punto más crujiente, además de la levadura en polvo, es echarle un poco de cerveza. Su carbónico nos ayuda bastante a darle esa textura más crocante.
- Añade las migas de bacalao y el perejil fresco, todo picado, y vuelve a mezclar para que se repartan bien por toda la masa. Un toque de pimienta negra nos ayudará a potenciar el sabor y el aroma final de nuestros buñuelos.
Consejos para freír los buñuelos de bacalao
- Usa siempre un buen aceite de oliva para freírlos. Es la grasa más saludable, que mejor sabor aporta y que más aguanta la alta temperatura de una fritura, como la que exige esta receta. Llena con esta grasa una sartén con cierto fondo o una cazuela para que se frían los buñuelos de forma uniforme y espera a que se caliente.
- Ve echando cucharadas de la masa preparada en el aceite caliente y espera a que se doren por arriba y por abajo para que los buñuelos quede crujientes, pero sin pasarte para que, al mismo tiempo, estén jugosos por dentro.
- Sácalos sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite y llévalos inmediatamente a la mesa. Esta receta se come recién hecha, pues cuando se enfría tiende a reblandecerse y pierde todo su encanto. ¡Que la disfrutes!