Los alfajores son una de las recetas de repostería hispanoamericana más famosas y, sin duda, deliciosas. Aunque es en Argentina donde han conseguido llegar a convertirse en parte fundamental de su ADN gastronómico, en realidad es un dulce que también se elabora en países como Uruguay, México o Chile. Pero su origen no está allí, sino aquí. Y ha sido confirmado. Fue en España, gracias a las influencias árabes que hemos tenido en la península, donde apareció la palabra alaju, que significa relleno y dio lugar a esta pequeña galleta rellena de dulce de leche. Porque es precisamente ese dulce de leche el que los hace irresistibles.
Yo había oído hablar de ellos, pero fue al vivir allí donde descubrí que los mejores son, sin duda, los que se hacen en casa y que la fama que tienen es más que merecida. Es un postre que se hace con gran cariño, muy sencillo una vez le has cogido el truco y que, sobre todo, se sirven para merendar junto a un buen mate. Pero tú, si quieres, hazlo mejor con un café. Esta es la receta de verdad.
Tipos de alfajores
- Los alfajores tradicionales son los que se elaboran con maicena y se rellenan de dulce de leche. La ralladura de coco en la que se rebozan es opcional y, depende de con quién hables, te dirán que son parte de la receta clásica o no.
- Los hay que mantienen su base en las obleas o galletas (que ellos suelen llamar tapitas), pero que modifican su relleno con mermeladas de frutas o miel y jengibre.
- Los hay también que pueden modificar o no su relleno pero que, además, se bañan en chocolate, ya sea chocolate con leche, blanco o negro. Pueden ser también bañados en una especie de merengue. Son los conocidos como alfajores marplatenses.
La mítica marca Havanna suele tener un amplio surtido de ellos. Dicen que los suyos son los mejores, pero créenos, cuando pongas en práctica esta receta, los tuyos los superarán con creces.
Consejos previos para unos verdaderos alfajores de maicena
Los alfajores son una especie de bocadillito de galleta que ha de quedar muy blandita, que se rellena de dulce de leche y que cubre sus laterales con un poco de coco rallado. Para que te salgan perfectos, además de la receta más casera e infalible que podemos darte, vamos a dejarte unos consejos previos:
- Utiliza sí o sí maicena y respeta las cantidades. La harina leudante que se utiliza en uno de los pasos centrales es simplemente para darle algo más de consistencia a la masa y que no quede demasiado pegajosa, pero por nada del mundo llegues a endurecerla. Tiene que ser elástica.
- La cucharadita de licor que añadimos es muy recomendable. La medida que ellos utilizan es la del tapón de una botella de plástico, si quieres ser más exacto. Nosotros te recomendamos whiskey, pero busca cualquier licor que no imprima demasiado sabor a la receta, tan solo aroma.
- No busques la perfección, manipularás demasiado la masa, deja que cada tapita crezca a su ritmo y con su propia forma.
- No dejes que se doren mucho las tapitas en el horno, porque tiene que ser un bocado blandito.
- Si puedes, haz el dulce de leche en casa. El dulce de leche que venden en los supermercados suele ser bastante denso y nada suave.
Receta en dos pasos
Te recomendamos que, primero, hagas el dulce de leche en casa y lo reserves. Después, las galletitas que forman el bocadillo y, una vez tengas ambas partes, las unas en un solo bocado.
El dulce de leche puedes hacerlo también con un bote de leche condensada y un poco de agua. Tan solo tendrás que introducir el bote (tienes que retirarle el papel) en una olla exprés, cubrirla con agua (como si fuese al baño María) y cerrarla, dejándola 15 minutos desde el momento en el que el vapor comience a salir por la válvula. Transcurrido este tiempo, apagamos el fuego y dejas que el vapor siga saliendo poco a poco y la lata se enfríe en el interior, unas 5 horas aproximadamente. Y si no, hazlo con leche y azúcar como en esta receta.
Paso a paso: dulce de leche
A continuación, tienes la receta de las masitas para los alfajores que, en su paso final, se rellenan con ese delicioso dulce de leche.