Quizá sea su delicioso sabor dulce, capaz de llevarnos con la imaginación a lugares y tiempos pasados y felices; su textura esponjosa, su perfecto tamaño 'de bocado'; su aspecto irresistible, que parece decir a gritos ¡híncame el diente!... Sea por la razón que sea, lo cierto es que cuando tenemos delante una bandeja de buñuelos recién hechos, resulta humanamente imposible probar uno y parar ahí. Como si algo en nuestro 'ADN goloso' nos incapacitara para ello...
Lee también: Huesos de Santo: aprende a hacerlos como si fueras un maestro del mazapán
Buñuelos de viento, un clásico del recetario ligado a la festividad de Todos los Santos
Y es que estos dulces, cuando están bien hechos, son verdaderamente adictivos. Una receta que, según apuntan la mayor parte de teorías, tiene una procedencia árabe (al igual que infinidad de postres clásicos, su origen no se conoce con exactitud) y que también está muy asociada en nuestro país a la Cuaresma, a la Navidad, incluso a las fiestas regionales de determinadas regiones como, por ejemplo, las Fallas valencianas.
Aunque hoy existen infinidad de variantes, los buñuelos de viento originales (llamados así porque cuando se fríen en aceite muy caliente se 'inflan', doblando su volumen), solo se preparaban con la masa de harina, sin relleno alguno. ¿Y cómo se elaboran? Pues, tal y como ocurre con estas recetas tan icónicas, aquí cada maestrillo tienen su librillo... Nosotros os mostramos aquí debajo nuestra versión para preparar los buñuelos tradicionales (puedes acceder al 'paso a paso' pulsando sobre la imagen).
Paso a paso: Buñuelos de viento
LOS RELLENOS DE BUÑUELOS MÁS COMUNES
Como decíamos, los buñuelos rellenos llegarían después. “El secreto consiste en rellenarlos con una manga pastelera, una vez fríos. Tienen que quedar gorditos, bien rellenos, pero con cuidado de que no se rajen o se rompan por haberlos cargado en exceso”, nos cuenta Moncho López, de Levaduramadre, en cuyos establecimientos madrileños no paran estos días de vender estos dulces. Y, aunque aquí el abanico es amplísimo, hay rellenos que son infalibles. No por casualidad son los más comunes: crema pastelera, nata montada, y crema de chocolate.
OTROS BUÑUELOS MUY GOLOSOS
Y una vez aprendido lo básico... solo queda dejar volar la imaginación y preparar los buñuelos con los sabores, productos y texturas que más nos apetezca. Las opciones son interminables. Os dejamos aquí debajo algunas ideas más, a modo de ejemplo.
Paso a paso: Buñuelos de crema de limón
Los amantes de los postres con sabor a limón disfrutarán de los lindo con estos buñuelos. ¡Su pinta no puede ser más apetecible!
Paso a paso: Buñuelos de naranja y azahar
Aunque en España quizá su uso más conocido es como ingrediente imprescindible para el Roscón de Reyes, el agua de azahar resulta deliciosa en otros muchos dulces. Estos buñuelos dan buena muestra de ello.
Paso a paso: Bueñuelos de crema y nueces
En este caso introducimos el sabor de los frutos secos, en concreto de las nueces, para la preparación de la crema con la que rellenaremos nuestros buñuelos.
Paso a paso: Buñuelos de coco
Aquí nos decidimos por una crema de coco como relleno, dando así a estos buñuelos un sabroso toque tropical.
Paso a paso: Buñuelos de manzana sobre crema de chocolate
Mostramos en este caso una versión con manzana que acompañaremos con una crema de chocolate al curry. Diferente y delicioso.
Paso a paso: 'Loukoumades' (buñuelos griegos)
Terminamos con esta receta de 'loukoumades', son unos dulces muy populares en Grecia, similares los buñuelos. También son típicos de Turquía (allí se conocen como 'Lokma'), así como otros países de Oriente Medio. Unos pequeños bocados de masa frita que se riegan con un almíbar o miel. Finalmente se suelen espolvorear con canela y, en ocasiones, con semillas de sésamo blanco.
Lee también: Halloween para todos los gustos: menús terroríficos, catrinas, buñuelos o castañadas