Un puré es una preparación culinaria que se realiza cociendo uno o más elementos (habitualmente hortalizas o legumbres) y triturándolos a continuación, con su agua de cocción o con caldo, de forma que queden con cierta consistencia, aligerándolos si fuera necesario con un poco más de su líquido o con otros elementos como nata, leche, etc.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Patatas, puerros, calabacín, guisantes, zanahoria, calabaza, legumbres, setas, nabos, coliflor, brócoli, tomate, pimiento, cebolla... la lista de los ingredientes que se pueden añadir a un puré es interminable. Una crema vegetal es una magnífica opción de cuchara para tomar como entrante y beneficiarnos de todas sus propiedades nutritivas y sienta bien en cualquier época del año, pero más ahora en sus versiones calientes cuando el frío empieza a hacer acto de presencia. Se trata de una elaboración sencilla que con algunos trucos podrás conseguir los mejores resultados de sabor y textura.
Trucos para conseguir un puré 'diez'
- Una manera muy sencilla de espesar un puré consiste en añadir patata (este alimento, dado su contenido en almidón, ayuda a espesar todo tipo de preparaciones)
- Las verduras deberán estar cocidas en su punto antes de triturarlas y, aunque podemos hacerlo con un robot de cocina o una batidora, siempre es mejor triturar los purés en el clásico pasapurés para conseguir la textura adecuada
- Si un puré nos queda demasiado espeso, se puede aligerar su consistencia añadiendo un poco de leche caliente o mantequilla para suavizar su textura. Incluso, con un poco de caldo o nata
- En ocasiones, para preparar un puré espeso, en lugar de patatas, se puede utilizar también arroz hervido pues también es rico en almidón
- En el caso de los purés de legumbres, hay que tener en cuenta que la adición de arroz o patata hará que nos quede demasiado espeso, por lo que es preferible no utilizar estos ingredientes
- Para controlar la consistencia del puré reserva un poco del agua de cocción antes de triturar y así poder añadirlo después para que no quede tan espeso
- Juega con especias y hierbas aromáticas para darle a tus purés notas especiales (jengibre, curry, comino, cúrcuma, orégano, romero, pimentón, ajo molido, etc)
- Si le quieres dar un toque distinto a tus purés, prueba a añadir alguna fruta que aportará matices agridulces deliciosos
- Si quieres enriquecer un puré, sírvelo con alguna guarnición como dados de pan frito, semillas, cebolla o puerro frito, crujientes de verduras, etc.
Dale más sabor a tus purés
Hay varias formas de potenciar el sabor que van más allá de una simple cocción de verduras en agua, y es procesar previamente los vegetales de varias maneras.
- Si cueces las verduras con caldo en lugar de agua, tendrás un sabor del puré mucho más sabroso
- Rehoga los ingredientes con un poco de aceite antes de añadir el agua o el caldo
- También añadir un poco de leche o de cualquier bebida vegetal al agua de cocción aportará a tus purés más sabor
- Otro truco es asar los ingredientes en el horno previamente, especialmente en el caso de que uses patata, boniato, calabaza o pimiento
- Si lo que buscas es preservar todas las propiedades de la verdura, sin añadir ninguna grasa, opta por la cocción al vapor
Puré perfecto en tan solo 5 pasos
Ahora que ya conoces todos nuestros trucos, aquí tienes los 5 pasos básicos para preparar un puré de 10.
- Lavabien la verdura, pélala y córtala en trozos no muy grandes para que se cueza antes y pierda menos nutrientes
- Rehoga, asa o cuece al vapor para hervir en agua o caldo los vegetales elegidos para tu puré y añade un poco de sal, especias y/o hierbas aromáticas
- Reserva un poco del líquido de cocción, tritura el resultado hasta que adquiera la consistencia deseada y cuela si buscas una textura más fina
- Añade más agua de cocción, nata, leche o, incluso, un poco de crema de queso o un quesito
- Prueba de sal y corrige si hiciera falta