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portada adobe© Adobe Stock

El mejor hummus casero paso a paso

Esta crema o paté de garbanzos se ha hecho muy popular en nuestra cocina. Nos llega de varios países de Oriente Medio y, aunque cada vez se encuentran versiones compradas más conseguidas, te enseñamos cómo prepararlo de forma casera


Actualizado 22 de julio de 2020 - 13:03 CEST

Se trata del aperitivo fetiche de veganos y vegetarianos, pero no solamente. El hummus es uno de esos platos que ha viajado por todo el mundo desde Oriente Medio, su cuna de origen -aunque no está muy claro el lugar concreto, todo apunta a Egipto-, y que hoy podemos encontrar en cualquier rincón del planeta. Seguro que más de una vez has comprado hummus ya preparado, porque lo cierto es que hay estupendas versiones envasadas listas para consumir. Pero no hay nada comparable a las recetas caseras, con ingredientes naturales y hechas con tus propias manos.

Su elaboración es sencilla, lleva pocos ingredientes, atesora varias propiedades saludables, es ligero y está riquísimo. Motivos más que suficientes para que conozcas cómo hacer un buen hummus casero teniendo en cuenta los siguientes consejos.

Qué ingredientes lleva el hummus

Hummus significa, literalmente, garbanzo y ese es el ingrediente protagonista de esta crema, que también lleva tahina o pasta de sésamo, zumo de limón, ajo y aceite de oliva. Aunque a partir de ahí puedes crear numerosas alternativas: desde cambiar el tipo de legumbre, hasta introducir verduras o frutas -remolacha, calabacín, aguacate, pimiento...-, espolvorear con pimentón, alcaravea, cilantro, comino, etc.

Quizás el otro ingrediente imprescindible de esta crema sea la tahina o tahini, que, como te decimos, es una pasta de sésamo que se emulsiona con aceite y/o agua y que también puedes hacer de forma casera con una buena batidora o robot de cocina, pero que hoy en día se encuentra en numerosos comercios.

Tahina o tahini© Adobe Stock
La tahina o tahini es una pasta que se hace con semillas y aceite de sésamo imprescidible en la elaboración del hummus y de otras emblemáticas recetas de la cocina árabe.

Algunas pautas para su elaboración

Tradicionalmente, el hummus se preparaba a mano aplastando todos los ingredientes y dejando una textura más tosca con algunos 'tropezones', pero nos hemos aficionado en la actualidad a tomarlo más triturado y fino, como si fuera un paté para untar, como te decimos sobre distintos tipos de pan, mojar bastones de verduras crudas, etc.

Las cantidades del hummus van un poco al gusto, según te guste más o menos ácido, cremoso o denso, fuerte o suave de ajo, pero más abajo podrás ver cuánto ponemos nosotros de cada ingrediente para preparar la versión más estándar.

Cuál es el acompañamiento del hummus

El tradicional es el pan ácimo para mojar en la crema de garbanzos. Lo verás con pan de pita y otros tipos de pan, verduras crudas o, incluso, como guarnición 'o salsa' de numerosos platos vegetales -como el falafel-, de carne o pescado. También se ha popularizado mucho servirlo con frutos secos, encurtidos como aceitunas o pepinillos y hasta con patatas fritas.

Cómo hacer hummus casero

Necesitas:

500 gramos de garbanzos cocidos, 100 mililitros de aceite de oliva, 25 mililitros de zumo de limón, 1 diente de ajo, una pizca de comino, sal y pimienta (al gusto).

Hummus casero con pan de pita
Hummus casero con pan de pita

Elaboración:

  • Lava bien los garbanzos bajo el chorro de agua fría y escurre (si les quitas la piel conseguirás una textura más suave y homogénea)
  • Pela y trocea el diente de ajo
  • Pon los garbanzos, el ajo y los condimentos en la batidora (excepto el limón y el aceite) y bate a velocidad máxima
  • Después ve añadiendo gradualmente el zumo de limón y, posteriormente, el aceite de oliva de modo que se vaya integrando y emulsionando
  • Si te gusta menos espeso, puedes agregar un poco de agua de la cocción del garbanzo o del líquido de conserva si optas por usar los de bote. Y si, por el contrario, buscas una mayor densidad, puedes agregar más garbanzos y tahina
  • Mezcla bien hasta obtener una pasta lisa y deja que se enfríe en la nevera
  • Sirve en un cuenco y decora como más te guste: con unos pocos garbanzos, pimentón, menta fresca, frutos secos, un chorro de aceite, hierbas aromáticas, etc
  • Elige tu acompañamiento preferido
  • Si no lo vas a comer en el momento, puedes conservarlo un máximo de 2-3 días en el frigorífico, y removerlo cuando lo saques y lo sirvas

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

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