En términos nutritivos, podemos decir que el yogur es uno de los alimentos más completos que existen, ya que nos aporta de manera equilibrada proteínas, grasas, hidratos de carbono y minerales como el calcio y el fósforo. Por ello, son especialmente recomendados en épocas de crecimiento o como un snack saludables para conseguir controlar esos ataques de hambre que nos entren entre horas.
Es un alimento universal al que han dado mil y unas vueltas, sobre todo, en su fabricación industrial: los hay naturales, desnatados, con frutas, con extractos de soja, con muesli y chocolate, con textura griega o de sabores como la vainilla o el chocolate. Sin embargo, en la gran mayoría de estas versiones (por o decir en todas) el yogur natural deja de ser natural.
Por eso, si eres de los que prefieren controlar lo que contiene tu yogur, te gusta esto de experimentar en la cocina y, sobre todo, eres fan absoluto de este alimento, ¿por qué no unirte a nosotros y hacer tus propios yogures naturales en casa? Te contamos cómo hacerlo, paso a paso, además de darte muchos consejos para que sean un éxito. Además, como son para consumo propio, podemos hacerlos de una manera sencilla y económica.
Consejos para la elaboración de tu yogur natural casero
- Lo ideal (o más purista) es utilizar fermentos liofilizados para el proceso de fermentación del yogur. Sin embargo, nosotros lo hacemos con un yogur natural de los que venden en el supermercado, pero elige siempre uno de los que vienen en cristal o que indique de manera específica que tiene microorganismos vivos.
- La leche que sea de la fresca, de la que se encuentra en las neveras de los supermercados. No vale leche UTH.
- Puedes utilizar leche semidesnatada o desnatada, pero su textura será mucho más ligera debido a su bajo contenido en grasas. Puedes optar también por leche de cabra u oveja, lo importante es que sea fresca.
- Mezcla siempre muy bien el yogur con la leche cuando lo tengas en la cazuela calentando, pues deben repartirse bien los fermentos.
- Si te gustan los yogures más bien espesos, puedes añadir una cucharada de leche en polvo.
- Es imprescindible (por no decir, la clave del éxito) que la temperatura sea constante y se encuentre entre los 46 °C y los 48 °C.
- Puedes utilizar una yogurtera, que te facilitará mucho la tarea y que, además, son bastante baratas y asequibles. Sobre todo, porque mantiene la temperatura constante por sí misma. Nuestra receta, sin embargo, utiliza una olla exprés de las de toda la vida.
- Puedes dejarlos más tiempo fermentando, pero su sabor será mucho más ácido.
- Guarda siempre tus yogures en la nevera y no tardes más de siete días en consumirlos, pues no los has pasteurizado.
Paso a paso: cómo hacer yogures naturales en casa
Y, ahora sí, tu receta básica para conseguir unos yogures en casa de excepción. Tan solo tendrás que pinchar en la imagen o en el paso a paso de arriba.
Recetas para darle uso a tus primeros yogures caseros
Para darle todo el sentido a nuestras más de diez horas de receta, entre fermentación y preparación, además de la obligada conservación en frío, te proponemos tres recetas con las que disfrutar de tu delicioso yogur casero. Que no sea solo a cucharadas.
Un postre saludable: yogur con frutos rojos
Para empezar, vamos a disfrutar de nuestro yogur casero en todo su esplendor con este postre en la que, tan solo, le añadimos los frutos rojos que más nos gusten, un poco de avena, nueces y miel (si es que no le has puesto ya en tu receta).
Una ligera salsa de yogur, pepino y eneldo
Esta salsa es muy parecida al famoso tzatziki griego, que suele utilizarse como entrante acompañado de pan y verduras, pero que, con el yogur como ingrediente base, se convierte en una opción más saludable y baja en calorías.
Un helado de yogur para mirar al buen tiempo
Este helado casero es muy sencillo de preparar y, sin duda, mucho más saludable que todos los de tipo industrial, aunque necesita, por supuesto, de cierta materia grasa: la del yogur y la nata. Acompáñalo de tu fruta favorita.