Las alcachofas llegaron a España de la mano de los árabes, que fueron los primeros en cultivar esta verdura. De hecho, alcachofa significa ‘palo de espinas’ en árabe en referencia a la planta. En toda la península se cultivan alcachofas de gran calidad, pero contamos con dos denominaciones de origen de una calidad inigualable: Denominación de Origen Protegida Alcachofa de Benicarló y la Indicación Geográfica Protegida Alcachofa de Tudela, en Navarra.
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La alcachofa es una flor, concretamente la flor de la alcachofera, una planta que muere y que cada año rebrota de su cepa, con un tallo y unas hojas alargadas hasta que, con el frío del invierno, florecen. También hay variedades que dan sus flores en primavera, aunque no son de tanta calidad.
Parece mentira que, tras esta flor de la familia del cardo, se oculte un manjar delicado tan versátil en la cocina. Fritas, asadas, en tortilla, rellenas, trituradas en puré, cocidas, salteadas, hechas una pasta para dipear o fritas sus hojas para hacer dip en otras salsa, en revuelto, guisadas, rebozadas… hay tantas formas de cocinar la alcachofa, como días tiene su temporada. Te contamos 13 formas de cocinar la alcachofa:
1. Alcachofas salteadas
Si de todas las formas de cocinar una alcachofa, y de todas las recetas posibles solo pudiéramos elegir una… sería sin lugar a dudas, las alcachofas rehogadas con jamón. Un clásico de la gastronomía española y una receta tradicional que nunca pasará de moda. Las alcachofas se cuecen primero y después, con los corazones ya tiernos, se saltean rápidamente. Con jamón, por supuesto, aunque las opciones son interminables:
Paso a paso: Alcachofas con jamón
Paso a paso: Wok de alcachofas y pollo con olivas y pimiento amarillo
2. Alcachofas cocidas
Quizá sea el modo de cocinar las alcachofas más tradicional, cocidas. Limpias o sin limpiar, una vez cocidas las alcachofas se pueden comer tal cual, aliñadas al gusto, o continuar con otra elaboración: triturarlas para una crema, pasarlas por la parrilla, rebozarlas para una fritura, etc. Las alcachofas cocidas conservan todas sus virtudes y nos regalarán el agua de cocción, que es perfecta para usar como base en un guiso, sopa o crema.
Paso a paso: Alcachofas cocidas con vinagreta de hierbas
3. Alcachofas fritas
La fritura también funciona muy bien con esta verdura. Se pueden cocer primero las alcachofas y freír después o se puede freír la alcachofa en crudo, como en el popular plato de alcachofas a la judía, tradicional en Roma, en el que las alcachfoas de fríen enteras, con las hojas un poco abiertas… dando lugar a unas hojas crujientes como chips por fuera y un corazón tierno por dentro.
Paso a paso: Alcachofas fritas bien crujientes
4. Alcachofas confitadas
Otra de las mejores opciones para disfrutar de todas las virtudes de la alcachofa y de su sabor sin que nada lo enmascare es confitar en aceite la alcachofa. El secreto es usar mucho aceite y no tener prisa. El resultado no puede ser más delicado y sabroso. ¡Pruébalas!.
Paso a paso: alcachofas confitadas
5. Alcachofas guisadas
Como verdura de invierno que son, las alcachofas son ideales para comer con cuchara, en suculentos guisos de patatas, de arroz, de legumbres, con carnes, aves e incluso con mariscos. Su delicadeza dará un toque de distinción a cualquier plato de cuchara o a guisos más secos.
Paso a paso: Guiso de alcachofas con patatas
Paso a paso: Risotto de manchego y alcachofas
6. Alcachofas rellenas
Los corazones de las alcachofas son ideales para rellenar. De carne, verduras o pescado, en frío o en caliente, con queso por encima para gratinar… las opciones son diversas y el resultado siempre acertado.
Paso a paso: Corazones de alcachofas rellenos
7. Alcachofas en crema
Al ser una verdura muy depurativa y baja en calorías, las alcachofas, preparadas en cremas, resultan de lo más saludable. Las cremas de alcachofas son ricas y fáciles de tomar, especialmente para quienes, como los niños, les cuesta tomar esta verdura, con su toque amargo. Se suelen presentar con algún ingrediente crujiente para crear juegos de texturas, como chips de alcachofas o crujiente de jamón.
Paso a paso: Crema de alcachofas con foie
8. Alcachofas rebozadas
El más clásico de los rebozados con huevo batido, o esponjoso para formar delicados buñuelos de alcachofas, o exótico, como son las pakoras indias… sea del tipo de que sea, las alcachofas dan un resultado extraordinario frente al rebozado y su fritura. Y tú, ¿con cuál te quedas?
Paso a paso: Alcachofas rebozadas
9. Alcachofas crudas
Aunque parezca mentira, las alcachofas también se pueden consumir crudas. Y parece mentira porque hablamos de una verdura con partes muy duras, que hay que limpiar concienzudamente antes de preparar cocidas o de otra forma. Es cierto que para comer crudo el corazón de una alcachofa, ésta ha de estar muy fresca y tierna, debe ser las primeras alcachofas de la temporada y tan solo el corazón, si lo laminamos muy fino con una mandolina. ¿Te animas a probarlo?
Paso a paso: Carpaccio de alcachofas con botarga
10. Alcachofas en escabeche
Pues sí, escabechadas, las alcachofas también resultan deliciosas. Ha de seleccionarse para este fin alcachofas muy tiernas y frescas, con las hojas bien prietas. Y el escabeche, para poder llamarse tal cosa, debe dejarse macerar como mínimo 24 horas con las alcachofas, pero el resultado merece la pena. Que el escabeche esté más o menos subido de vinagre… ya es cuestión de gustos.
Paso a paso: alcachofas en escabeche
11. Alcachofas al vapor
Ya nos hemos referidos a las alcachofas cocidas y, el vapor, al fin y al cabo, no es más que una técnica de cocción. La diferencia es que cociendo al vapor conservaremos mucho mejor todas los beneficios, nutrientes y propiedades de la alcachofa. Lo ideal, de hecho, es cocer al vapor las alcachofas enteras, sin limpiar… nos evitamos así un paso de lo más engorroso. Una vez cocidas las hojas exteriores se quitarán fácilmente.
Paso a paso: Alcachofas al vapor con mayonesa de limón
12. Alcachofas al horno
En el horno se puede terminar una elaboración, por ejemplo, dar un golpe de gratinado a unas alcachofas rellenas con un poco de queso por encima. Pero lo más interesante es cocinar al horno las alcachofas. Supone una de las formas más fáciles de cocinarlas, puesto que no hay que limpiarlas previamente. A la hora de comerlas, habrá que ir separando las hojas exteriores hasta llegar al corazón, tierno y jugoso.
Paso a paso: Alcachofas al horno
13. Alcachofas a la parrilla
A la parrilla, las alcachofas quedan tan tostaditas y crujientes como en una fritura… pero son más ligeras. Lo habitual en este caso, eso sí, es partir de alcachofas ya cocidas, aunque sea una media cocción, para que no estén demasiado blandas. El resultado es excepciona… y ya si tienes brasas… eso son palabras mayores.