El kimchi es, como puede ser el arroz, uno de los platos básicos de la gastronomía asiática. Declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO, es un ingrediente que podemos comparar, en Occidente, con el pan o el aceite de oliva. De sabor picante, textura crujiente; sin embargo, no es apto para todos los paladares, aunque son muchos los beneficios que tiene para nuestro organismo si lo incluimos en nuestra dieta.
Beneficios del kimchi
- Como todo probiótico natural, gracias a su ácido láctico, ayuda al organismo a depurar su intestino.
- Favorece la desintoxicación del hígado.
- Abre el apetito y favorece el correcto funcionamiento de los procesos digestivos.
- Tiene un alto contenido en proteínas, carbohidratos y vitaminas A, B1, B2; por tanto, es antioxidante.
¿Cómo puedo hacer kimchi en casa?
Luke Jang, uno de los chefs con más proyección de nuestro país, propietario del restaurante Luke, asegura que “no existe una receta igual a otra, puesto que, el kimchi, en realidad, no es una receta en sí, sino un proceso de fermentación”. Por eso, es él mismo quien nos va a enseñar cómo se hace en este vídeo, con un rápido paso a paso que podemos replicar en casa de una manera muy sencilla. Y decimos rápido porque el kimchi puede quedarse fermentando varios meses e, incluso, años. Pero este podrás disfrutarlo en apenas unos días. Además, al final de este artículo, encontrarás los ingredientes que necesitas, su elaboración y unos cuantos consejos a tener en cuenta.
Vídeo: José A. Carrascoso, Amaia Sanmartín y Toni Fernández.
Ingredientes: 1 col china, un poco de sal final, 1 pera, puerro chino cortado en juliana, 1 cda. de jarabe de arroz, un puñado de quisquillas fermentadas, ajo triturado, jengibre triturado, 4 cda. de salsa de pescado, un poco de nabo picado y 1 + ½ copa de guindilla de Corea.
Elaboración:
- Abrimos la col china, partiéndola por la mitad. Tenemos que evitar que el cuchillo toque demasiado la verdura. Por eso, lo mejor es abrir una pequeña hendidura en su base y separarla en dos mitades iguales con la mano. Prepararemos cada una de ellas por separado, echándole un poco de sal fina.
- A continuación, preparamos un bol con agua con sal y sumergimos la col en ella, dejando que se produzca el proceso de encurtido entre 12 y 14 horas. Sabremos que está lista cuando la cojamos por su parte y esta caiga hacia abajo, con una textura algo elástica. Transcurrido ese tiempo, la sacamos y empezamos a preparar el aliño para el kimchi.
- En un bol grande, echamos el puerro chino cortado en juliana, la pera picada muy fina, un puñado de quisquillas fermentadas, un poco de ajo y jengibre triturado, una cucharada de jarabe de arroz, las cuatro de salsa de pescado y una copa y media de guindilla de Corea. Mezclamos todo con la propia mano, aplicando un poco de fuerza, hasta que nos quede una especie de pasta.
- Ponemos la col china en un plato y vamos aplicando la mezcla capa por capa, desde la más superior hasta la que nos queda más al fondo, dejando un poco de la verdura a cada paso.
- Con la última capa, que es la más grande, envolvemos bien toda la col. Cogemos la base y la punta, retorcemos un poco, como si quisiésemos cerrarla y le damos una última mano de nuestro aliño, uniformando los sabores por todo ella.
- Lo introducimos en un tarro, lo guardamos en la nevera y dejamos fermentando entre 4-5 semanas.
Consejos a tener en cuenta
Sus ingredientes principales son la sal, las verduras y hortalizas y, por supuesto, agua. La guindilla (siempre mejor en polvo) es, en realidad, opcional. Si no es de gran calidad, lo mejor es no utilizarla. Y, en el caso de que vayamos a darle una larga fermentación a nuestro kimchi, usarla no nos servirá de mucho. De la misma forma que el jarabe de arroz, que ayuda y potencia la fermentación (mucho más que la propia levadura), pero si nuestro kimchi va a estar haciéndose durante un periodo más allá de los cuatro o cinco años, podremos prescindir de ella. Por último, una vez vayas practicando con esta receta, nuestro último consejos es que te animes a mezclar verduras y hortalizas distintas, sirviendo de guarnición para ensaladas, pastas, arroces e, incluso, sopas.