5/7Sal y guindilla
Después de estas tres opciones con el azúcar (aunque hay miles), nos pasamos al lado de lo salado con nuestra receta más picante. Tanto en esta como en todas, lo mejor es que utilices una base de flor de sal y que te hagas con un procesador de alimentos, el molinillo que ya te hemos comentado, la propia Thermomix o un mortero si eres habilidoso. La textura en este caso es muy importante y debe quedar lo más homogénea posible, sobre todo, si utilizas productos frescos como las guindillas.
Lo primero que tendrás que hacer es desecarlas en el horno a muy baja temperatura, sin superar nunca los 65 °C y retirando los ingredientes, como pronto, a las dos horas. Vigila, por supuesto, que no se quemen. Una vez se ha enfriado, lo trituraremos todo junto y lo guardaremos en un frasco hermético.
Sal y guindilla
Después de estas tres opciones con el azúcar (aunque hay miles), nos pasamos al lado de lo salado con nuestra receta más picante. Tanto en esta como en todas, lo mejor es que utilices una base de flor de sal y que te hagas con un procesador de alimentos, el molinillo que ya te hemos comentado, la propia Thermomix o un mortero si eres habilidoso. La textura en este caso es muy importante y debe quedar lo más homogénea posible, sobre todo, si utilizas productos frescos como las guindillas.
Lo primero que tendrás que hacer es desecarlas en el horno a muy baja temperatura, sin superar nunca los 65 °C y retirando los ingredientes, como pronto, a las dos horas. Vigila, por supuesto, que no se quemen. Una vez se ha enfriado, lo trituraremos todo junto y lo guardaremos en un frasco hermético.