Es uno de los ingredientes más humildes –con permiso del pan- y al mismo tiempo de los más deliciosos y nutritivos. Se puede tomar frito, duro, poché, pasado por agua, revuelto, en tortilla... imprescindible para hacer un buen número de pastas o masas. El más común es el de gallina y el de codorniz, pero hay muchos otros como el de pato o ganso. ¡Toma nota de todas estas recetas con huevo!