Hoy la Comunidad de Madrid se viste de fiesta. El 2 de mayo es una fecha marcada en rojo en el calendario madrileño. En este día se conmemora el levantamiento de la población ante la ocupación de Francia en 1808.
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No hay demasiados platos típicos asociados concretamente a esta festividad (como sí los hay para otras fechas como San Isidro, La Almudena o la Semana Santa), pero sí nos apetece hacer una selección de las recetas más populares dentro de nuestra Comunidad.
Madrid es una tierra influenciada por diferentes cocinas regionales y otras de distintos lugares del mundo, fruto de la fuerte emigración que ha recibido, y sigue recibiendo, a lo largo de su historia.
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Pero sí hay elaboraciones inseparables de Madrid, como el cocido, el bocadillo de calamares, los soldaditos de pavía, las patatas bravas... o la casquería -callos, gallinejas, entresijos, hígado, etc-.
Aquí tienes 10 de las recetas más populares de Madrid, consumidas en restaurantes y en muchas casas. No olvidemos que la ciudad últimamente está en el punto de mira internacional por su espectacular boom gastronómico.
Limonada de hierbabuena
Esta es una bebida que se toma en Madrid sobre todo cuando hace calor y que está presente en fiestas y verbenas. Además del limón y el azúcar, te presentamos una receta aromatizada con hierbabuena fresca, ¡y es para bebérsela a litros!
Patatas bravas
Se sirven en casi todo nuestro país pero en las barras madrileñas no pueden faltar. Son importantes las patatas pero la clave es la salsa, de la que existen numerosas variantes. Así preparan las patatas bravas en Arzábal, una de las neotabernas más populares de la capital. Tienen que quedar crujientes por fuera y blanditas por dentro y, por supuesto, con su toque picante.
Bocadillo de calamares
Hay varias teorías sobre su origen, pero la más extendida es que se creó en los años 50 y 60 del siglo XX, cuando los pescadores gallegos comenzaron a vender calamares fritos en la Plaza Mayor de Madrid. Hoy sigue siendo un emblema de la capital y nos encanta cómo lo prepara la cocinera Pepa Muñoz, del restaurante El Qüenco de Pepa.
Soldaditos de Pavía
Su nombre puede evovar imágenes de la batalla con el mismo nombre que tuvo lugar en el año 1525 y sus forma y su color podrían estar inspirados en los uniformes de los soldados españoles. Se trata de bastones de bacalao que se pasan por una masa hecha con harina, cerveza y huevo, se fríen y en ocasiones se decoran con una tira de pimiento rojo
Cocido madrileño
Cocidos hay en todas las provincias de España, pero hoy reivindicamos el que se hace en Madrid. Este guiso con garbanzos, diferentes carnes, tocino, chorizo, morcilla y varias verduras, que se cocina lentamente en una olla con agua tiene su origen en un plato de origen judío conocido como adafina.
Callos a la madrileña
Es un plato humilde pero muy arraigado en la cocina de Madrid. Nació para aprovechar lo que no se comía del animal, casquería o despojo, y hoy es una receta que está en las mejores mesas de la capital. Requiere su tiempo porque la limpieza del callo ha de ser pulcra y para que queden blanditos necesitan una cocción lenta.
Pollo en pepitoria
Este guiso se hace con pollo o con gallina y se cocina en una salsa espesa elaborada con almendras, pan, azafrán, otras especias y a menudo se termina con huevo cocido. Aunque no es exclusivo de Madrid, sí es un plato muy presente en su gastronomía más tradicional y popular.
Rabo de toro guisado
Es un plato tradicional cuyo origen se debate entre Córdoba y Madrid, pero se elabora en multitud de lugares. En la capital, no falta, especialmente en los restaurantes próximos a la Plaza de toros de Las Ventas. Es otra de esas recetas que necesitan una cocción prolongada para que la carne se separe del hueso y la salsa quede melosa.
Rosquillas 'listas' de San Isidro
La repostería madrileña es amplísima, con sus torrijas, churros, buñuelos, barquillos, rosquillas, etc. Esta receta se toman coincidiendo con la celebración del patrón de Madrid. Llevan ingredientes como harina, aceite, azúcar, huevo y anís, y se hornean hasta que están doradas y crujientes. Se sumergen en una mezcla de azúcar glas y clara de huevo, que les da su característico aspecto brillante y las hace más dulces y sabrosas.
Rosquillas 'tontas' de San Isidro
El origen de su apelativo no está muy claro, pero se cree que podría hacer referencia a que son dulces sencillos de elaborar y humildes, sin demasiados adornos. Se toman también el 15 de mayo junto a las rosquillas bautizadas como 'listas'.