Cuando, como en días como ayer, la electricidad falla parece que el mundo se nos echa encima. Como es normal, un apagón puede pillarnos desprevenidos, pero no tiene por qué arruinar nuestras comidas. Lo primero que tienes que hacer es mantener la calma, abrir la despensa y hacer recuento de todas esas latas de conservas e ingredientes secos que pueden servirnos para cocinar sin electricidad. Basta con un poco de creatividad y algunos ingredientes básicos para seguir disfrutando, incluso en las circunstancias más inesperadas.
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¿Qué hacer con la comida cuando se va la luz?
Primero, evita abrir el refrigerador o el congelador innecesariamente para mantener la temperatura y proteger tus alimentos. Aprovecha para consumir primero los productos frescos más perecederos, como frutas maduras, verduras tiernas y quesos blandos. Es buena idea tener siempre conservas, frutos secos y productos envasados que no requieren refrigeración.
Conservas: productos básicos que conviene tener siempre a mano
Las conservas son un salvavidas perfecto en situaciones sin electricidad. Tener en tu despensa latas de atún, sardinas, legumbres, verduras, aceitunas y frutas en almíbar te permitirá preparar rápidamente platos ricos, variados y equilibrados sin necesidad de cocinar.
Platos fáciles, ricos y sin cocinar
Hay más opciones deliciosas de lo que imaginas: ensaladas refrescantes, wraps de atún o vegetales crujientes, tostas creativas, dips con palitos de verduras, tablas de quesos y embutidos… Con un poco de creatividad, comer sin electricidad puede convertirse en toda una experiencia gastronómica divertida y diferente.
Aunque parezca complicado, es posible preparar comidas equilibradas y deliciosas con productos que no requieren cocción. Ensaladas, wraps fríos, tablas de quesos o dips con vegetales crujientes son algunas de las soluciones que te sacarán de más de un apuro.