Unas torrijas bien hechas, al estilo tradicional, pueden resultar un bocado absolutamente irresistible para los más golosos. Pura tradición que endulza nuestras mesas durante los días de Semana Santa.
Pero, como toda receta popular y con siglos de historia a sus espaldas, también es susceptible de ser versionada de mil y una maneras. Hoy vamos a daros un buen puñado de ideas para preparar unas torrijas que se salen de lo canónico.
VARIANTES A PARTIR DE LA TORRIJA TRADICIONAL
A partir de la receta más clásica vamos a introducir algunas variantes para dar un toque diferente y menos convencional a este emblemático postre.
Con chocolate
Cuando infusiones la leche suma cacao en polvo. Usa pan brioche y, una vez fritas, rocía por encima con crema de chocolate calentita.
Sabor tropical
En lugar de leche convencional, utiliza leche de coco y añade un poquito de cardamomo o de jengibre. Una vez hechas, sírvelas con una mermelada o confitura de alguna fruta tropical: mango, maracuyá...
Estilo asiático
Cuando infusiones la leche, suma un poco de té matcha y, cuando estén ya fritas las torrtijas, acompáñadas con una crema de limón o de yuzu, para dar un toque de acidez que combina muy bien con el dulce.
Un toque de glamour
Prepara una reducción de cava (pon una taza de cava con tres cucharadas de azúcar en un cazo a fuego medio, remueve. Cuando empiece a hervir baja el fuego y deja que reduzca lentamente hasta que adquiera una textura tipo almíbar). Sirve la torrijas con esta reducción y unos frutos rojos.
¿TORRIJAS SIN PAN? TAMBIÉN SON POSIBLES
Si las ideas anteriores eran variantes sobre la receta clásica con pan, aquí vamos a sustituir ese elemento principal, por otras opciones más creativas:
Con sabor a donut:
En lugar de pan, usamos donuts. Los cortamos por la mitad de forma longitudinal, los usamos como si fueran las rebanadas de pan. Eso sí, los donuts absorben rápido la leche, así qué ten cuidado de que no se deshagan. Para darles un toque de sabor extra, puedes sumar a la leche infusionada con chorrito de Baileys. Puedes servir las torrijas de donuts al estilo clásico o, por ejemplo, acompañarlas con un poco de nata y unas virutas de chocolate.
Con sabor a croissant:
Con unos croissants del día anterior, que se hayan quedado ya algo secos, puedes hacer también unas torrijas diferentes. Córtalos por la mitad y empléalos con si fueran las rebanadas de pan. Para un toque diferente, puedes infusionar la leche con un poco vainilla y, al servir las torrijas, acompañarlas con unas almendras laminadas tostadas por encima.
Con sabor a tortita:
Si has hecho tortitas (más o menos gruesas; no hablamos de crepes) y te han sobrado, también puedes usarlas para hacer unas torrijas diferentes. Al igual que en el caso anterior de los croissants, úsalas como si fueran las rebanadas de pan. Si te gusta el sabor a ron en los postres, puedes sumar un chorrito cuando infusiones la leche.