En cocina solemos llama terrina a recetas que se preparan en un molde de forma rectangular y profundo (llamado terrina, del francés ‘terrine’) que suele ser de cerámica o barro. Hoy día hay otros tipos de moldes, como los elaborados con metal o silicona, ideales igualmente para hacer esta especie de pasteles salados.
Las terrinas se pueden hacer con infinidad de ingredientes: carnes, pescados, mariscos, verduras, quesos… y normalmente se cuecen al baño maría en el horno. Pero esto no es siempre así; algunas versiones aceptan otras cocciones, incluso algunas terrinas -en función, claro, de sus ingredientes- se sirven frías, en crudo. Además suelen llevar algún producto a ayude a mantener la estructura (huevos, gelatina…).
También dependerá de los empleados si usaremos la terrina como entrante (o alternativa de picoteo) o bien como plato principal. En el primer caso, se suelen servir frías o a temperatura ambiente, suelen ser propuestas algo más ligeras -con verduras, algún marisco o pescado- y se pueden presentar con tostadas de pan, encurtidos…
Si la terrina lleva ingredientes más contundentes, como carnes, embutidos… puede hacer las veces de plato principal, acompañada de alguna guarnición, por ejemplo, una ensalada.
Aquí tienes algunos ejemplos de terrinas, si te animas con alguna de ellas, tan solo tienes que clicar en los botones de Leer más para acceder a su modo de elaboración: