Originario de las regiones desérticas de Oriente Medio y Norte de Africa, el dátil es un fruto milenario que puede consumirse tanto en fresco como en seco. Este último, de color marrón oscuro, con una semilla interior dura y con un carne fibrosa y muy dulce (algo así como una golosina natural).
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Es por ello que, muchas veces, vemos cómo se utiliza en repostería como sustituto del azúcar. Algo puede estar bien, siempre que sepamos que esto no significa que, automáticamente, dicho postre se convierte en algo saludable del que podemos abusar (sino, más bien, algo para un capricho esporádico).
Alto el calorías (275-300 kcal por 100 gramos) y buena fuente de fibra, minerales y antioxidantes, el dátil nos ofrece -en lo puramente palatal- matices de caramelo, miel y nuez que nos encantan.
No es que en el universo salado no tenga recorrido (desde su uso como ingrediente de ensaladas a, por ejemplo, los aperitivos de bacon con dátil), pero es en el terreno más goloso donde encuentra un terreno más fértil. A continuación, os proponemos algunas recetas dulces donde el dátil es ingrediente protagonista. Para acceder a su modo de elaboración, clica en los botones de Leer más.