Gracias a la acuicultura, el mejillón es uno de los mariscos no solo con mayor disponibilidad en el mercado sino también más asequibles para los consumidores. La mayor parte de su crianza se hace por el sistema de bateas (esas plataformas flotantes sujetas al fondo del mar, de las que penden unas cuerdas a las que, mediante unas mallas, se adhiere la semilla o cría del mejillón), que tiene especial presencia en las aguas de Galicia.
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Un molusco sabrosísimo, del que podemos disfrutar tanto en conserva como al natural, y que está cargado de propiedades nutricionales beneficiosas, a saber:
- Destaca su aporte de proteínas de alto valor biológico.
- Tiene un bajo contenido en grasa (su valor calórico no es elevado: unas 60kcal por cada 100 gramos de producto comestible). De modo que, según cómo se cocine, puede ser gran aliado de las dietas de pérdida de peso.
- Dentro de que su aporte graso es bajo, éste de ‘de calidad’ (se trata de ácidos grasos Omega 3).
- Es fuente también de minerales como selenio, hierro, fósforo, yodo y zinc y, asimismo, aporta vitaminas del Grupo B.
En lo culinario, el mejillón ofrece una gran abanico de alternativas. Entre ellas, cocinarlos en fresco, acompañados de alguna salsa (de tomate, de vino…), es una de nuestras opciones favoritas. El resultado: recetas ricas y pintonas como estas que os mostramos, ideales para mojar pan. Para acceder a su modo de elaboración solo tienes que clicar sobre los botones de Leer más.