Estamos ante una preparación que vendría a ser como una especie de brandada de bacalao, cuyo origen se disputa entre Francia y Cataluña. Pero en este caso nos vamos a Grecia, donde nace la skordalia, que lleva patata, ajo y aceite pero no bacalao. Tiene que resultar con una textura cremosa y se toma como aperitivo untada con pan y también como acompañamiento de mariscos, pescados -especialmente de bacalao frito-, verduras y diferentes tipos de carnes. ¡Puro Mediterráneo!
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
¿Qué ingredientes lleva la skordalia?
La fórmula más simple de esta receta griega se elabora con patatas cocidas, ajos crudos, aceite de oliva, sal y pimienta. Hay quien le pone a la skordalia otros ingredientes como zumo de limón o vinagre y también pan duro remojado en agua, nueces o almendras y lo decora con alguna hierba aromática fresca. Se caracteriza por su potente sabor a ajo, que por supuesto, puedes moderar echándole menos dientes y otro truco es triturarlo antes con un poco de aceite.
Cómo se hace la skordalia
Antigüamente la skordalia se preparaba en el mortero, como tantas y tantas recetas -en España sin ir más lejos, el gazpacho o el salmorejo-. Lo más frecuente hoy en día es pasar las patatas cocidas por un chino o aplastar con un tenedor y mezclarlas con el ajo picado, pimienta, mientras se añade aceite de oliva para emulsionar y finalmente se prueba para añadirle la cantidad justa de sal. Es una receta muy básica y sencilla, pero cada región y cada familia en Grecia tiene su propia versión.