Estamos ante una preparación que vendría a ser como una especie de brandada de bacalao, cuyo origen se disputa entre Francia y Cataluña. Pero en este caso nos vamos a Grecia, donde nace la skordalia, que lleva patata, ajo y aceite pero no bacalao. Tiene que resultar con una textura cremosa y se toma como aperitivo untada con pan y también como acompañamiento de mariscos, pescados -especialmente de bacalao frito-, verduras y diferentes tipos de carnes. ¡Puro Mediterráneo!
¿Qué ingredientes lleva la skordalia?
La fórmula más simple de esta receta griega se elabora con patatas cocidas, ajos crudos, aceite de oliva, sal y pimienta. Hay quien le pone a la skordalia otros ingredientes como zumo de limón o vinagre y también pan duro remojado en agua, nueces o almendras y lo decora con alguna hierba aromática fresca. Se caracteriza por su potente sabor a ajo, que por supuesto, puedes moderar echándole menos dientes y otro truco es triturarlo antes con un poco de aceite.
Cómo se hace la skordalia
Antigüamente la skordalia se preparaba en el mortero, como tantas y tantas recetas -en España sin ir más lejos, el gazpacho o el salmorejo-. Lo más frecuente hoy en día es pasar las patatas cocidas por un chino o aplastar con un tenedor y mezclarlas con el ajo picado, pimienta, mientras se añade aceite de oliva para emulsionar y finalmente se prueba para añadirle la cantidad justa de sal. Es una receta muy básica y sencilla, pero cada región y cada familia en Grecia tiene su propia versión.