Lombarda, col morada o repollo morado, ¡es inconfundible! Su bonito color es uno de los grandes atractivos de esta hortaliza, de forma redonda y compacta, con grandes hojas apretadas y agrupadas en un núcleo central más duro. En España, la asociamos mucho con la época navideña, pues es durante estas fiestas cuando más se toma, ya sea en ensalada o como guarnición de otros platos. Puede resultar algo 'aburrida' pero eso es porque no sabemos sacarle todo el partido que nos ofrece convirtiéndola en deliciosas recetas.
Aprovecha su temporada, que suele empezar en noviembre y se extiende hasta finales de febrero para descubrir todas sus bondades culinarias y sus grandes beneficios para la salud. Su color es debido a un pigmento natural conocido como 'antocianinas', presente en otros vegetales como los rábanos, los arándanos, las moras, etc, a los que se atribuyen propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas y antioxidantes -esta tonalidad se puede tornar en azul por efecto del vinagre o del zumo de limón-. Es rica en vitaminas C y K, minerales como el hierro y el calcio y fibra. Estos nutrientes ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión y mantener los huesos fuertes.
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El sabor de la lombarda es más dulce y menos amargo que otras coles. Fresca y cruda resulta muy crujiente y nos encanta para ensaladas, sándwiches, tacos, etc. Pero hay muchas formas de cocinar esta variedad de col: hervida, al vapor, salteada, a la plancha, a la parrilla, en el horno, fermentada... Y, depende de la técnica elegida, la lombarda resulta deliciosa también en sopas y cremas, guisos, guarniciones, etc. Eso sí, ten en cuenta estos dos consejos: no te excedas con su cocción para que no pierda textura ni sabor y si quieres potenciar este último, añade unas gotitas de vinagre cuando la cocines. Ahora sí, llegó el momento de mostrarte 7 ricas recetas con lombarda, que también son saludables y, por supuesto, coloridas.