El pollo al limón es un clásico de muchas cocinas. La acidez de la fruta aligera la poca grasa que pueda tener el ave y potencia su sabor, y más cuando se cocinan al horno o a la parrilla, dos de las mejores técnicas para preparar estos productos. También los cítricos contribuyen a aportar jugosidad y a que la textura de la carne sea más blanda.
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Hay varias formas de combinar estos dos productos. Del pollo se usan distintas piezas (pechugas, muslos, contramuslos, filetes, dados...) o entero, y el limón, según la receta que vayamos a preparar, puede ser entero, mitades, rodajas, el zumo o la ralladura. Marinar antes de cocinar el pollo con limón, ajo, especias y hierbas es una magnífica manera de incrementar el sabor final y contribuir a una mayor jugosidad.
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En el horno, a la parrilla, a la plancha, rebozado, salteado... las técnicas para cocinar pollo al limón son bastantes, como te mostramos en las siguientes recetas. Eso sí, no te pases con el cítrico porque puede amargar. ¡Avisados estamos!