El cachopo parece que lleva toda la vida con nosotros, pero no es así. Desde hace unos años irrumpió en el panorama gastronómico con tal fuerza que parece que siempre ha estado ahí. Pero su creación no se remonta a tantísimos años atrás. Esta elaboración de raíces asturianas consiste, en su formato más clásico, en dos filetes de ternera entre los que se mete jamón y queso, se pasan por huevo y pan rallado y se fríen.
Pero a partir de esta fórmula se han hecho todo tipo de creaciones, con otros tipos de carne -y también de pescado o verduras-, las variedades de queso más sorprendentes y, en lugar de serrano, jamón cocido u otros embutidos como la cecina. ¡Hasta cachopos dulces hemos visto en algún restaurante! Y, sí, también tiene su propio concurso para elegir el mejor de España. Pero nosotros te vamos a mostrar cómo hacer el clásico.
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¿Cuál es el origen del cachopo?
Se atribuye la invención del cachopo a Olvido Álvarez, cocinera del bar Pelayo de Oviedo, que parece que para crearlo podría haberse inspirado en otras elaboraciones parecidas como el cordon bleu o, el san Jacobo o el Schweirzerschnitzel, una variante suiza del escalope vienés, pero con jamón y queso. Eso fue allá por los años 40 del siglo XX pero fue en los 60 cuando Enedina Rodríguez, hermana del propietarios de aquel bar, lo difundió y popularizó. Pero su extraordinario boom tuvo lugar bien entrado el año 2000 y unos años después, el cachopo sigue de plena actualidad.
Consejos para preparar un cachopo de ternera
Es una elaboración supersencilla pero no está de más tener en cuenta algunas consideraciones para preparar el mejor y más delicioso cachopo, crujiente por fuera y jugoso por dentro.
- Utiliza ingredientes de la mejor calidad: una buena carne es imprescindible -cuanto más finas mejor-, pero también un jamón que no sea excesivamente salado y un queso que funda bien.
- Respecto al queso, hay un sinfín de variedades y también dependiendo del que elijas, tendrá un sabor u otro. Desde un manchego semicurado a un queso azul como los asturianos La Peral o Cabrales, pasando por unas lonchas de mozzarella o de Edam, Gruyère o Cheddar.
- En cuanto al jamón, lo más habitual es el serrano o ibérico, pero tampoco está mal una cecina fina, que aporta un sabor ahumado delicioso y hay quien prefiere la suavidad de un jamón cocido.
- Cuando montes el cachopo, intenta que el relleno no sobresalga de la carne, hay quien usa palillos para evitarlo.
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- Lo más habitual es utilizar pan rallado fino para el empanado -que puedes dejar tal cual o aromatizar con especias y/o hierbas aromáticas-, pero queda muy rico y crujiente con panko.
- Emplea un buen aceite de oliva para freír el cachopo, que debe estar caliente pero no humeante para que no se queme.
- Fríe el cachopo por unos 3-4 minutos de cada lado hasta que esté dorado y crujiente. Y lo ideal es freír cada uno por separado para que el calor se reparta de manera uniforme y la cocción llegue al interior.
- Sácalo sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite de la fritura y sírvelo recién hecho.
- Si prefieres una opción más ligera, puedes hornearlo a 200°C durante unos 20-25 minutos, dándole la vuelta a mitad de cocción.
Ingredientes y paso a paso
Los ingredientes no son muchos ni tampoco difíciles de conseguir: filetes de ternera, lonchas de queso y de jamón serrano -si es ibérico mejor que mejor-, sal, huevo, pan rallado y aceite de oliva.
Cómo acompañar un cachopo de ternera
Los acompañamientos para un cachopo pueden ser de lo más variados. Parece que su creadora lo servía con guisantes, champiñones y pimiento morrón, pero lo cierto es que como más lo vemos en la actualidad es con patatas fritas y quizás también con pimientos asados verdes o rojos -ideales lo del piquillo-. Si quieres aligerarlo un poco, opta por unas verduras a la plancha: espárragos, calabacín, cebolla, etc.
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Diferencias entre cachopo y San Jacobo
Son elaboraciones con algunas similitudes, pero el cachopo y el San Jacobo tienen varias diferencias. Ambos se sumergen en huevo batido, se rebozan con pan rallado y se fríen. Los dos también, para que el empanado sea más consistente y no se deshaga con la fritura, se pueden pasar previamente por harina. Pero el cachopo se hace con carne, queso y jamón serrano, mientras que el segundo se prepara con dos lonchas de jamón cocido y entre ellas se coloca el queso.