Si nunca has oído hablar de él, es lógico pensar que este sándwich tiene algo que ver con la famosísima obra de Alejandro Dumas El Conde de Montecristo. Y aunque sea de forma muy tangencial, puede que sea así. Es cierto que en ningún momento se hace referencia a dicho bocadillo en el clásico de la literatura (aunque no le hubiera venido mal a su protagonista, Edmond Dantès, haber podido probar unos cuantos mientras estaba encerrado en la Castillo de If…)
Sin embargo, el nombre Sándwich Monte Cristo probablemente tiene más que ver con esa moda recurrente producida en Estados Unidos en el siglo pasado, cuando bautizaban algunas de sus recetas con connotaciones o referencias francesas (para concederles cierto toque evocador o de sofisticación). Lo que sí está más que constatada en la inmensa 'fiesta' que se produce en el paladar cuando hincamos el diente a esta delicia. En un primer vistazo podrá pensarse que se trata de un sándwich mixto al uso, incluso en el francés ‘Croque Monsieur’ en el que parece inspirarse.
Sin embargo, aunque el queso y el jamón dulce son dos de sus ingredientes protagonistas, en este caso, una vez montado el sándwich se baña en una mezcla de huevo batido y leche, para posteriormente freírse, y adornarse a final con azúcar glas. El lado dulce viene también por los acompañamientos con los que habitualmente se presenta: mermelada de frutos rojos, algún sirope, frutas frescas…
RECETA SÁNDWICH MONTE CRISTO, PASO A PASO
Aquí vamos a hacer el sándwich con una altura de tres rebanadas, pero perfectamente puedes hacerlo solo con dos. En cuanto al queso, usaremos Gruyère, pero se puede ser Cheddar, Gouda, Emmental o cualquiera que funda bien. Por cierto, que aunque aquí solo usaremos jamón dulce, algunas recetas de Sándwich Monte Cristo incluyen también pavo, pero suele ser en versiones más recientes.
Ingredientes (para un sándwich)
- 3 rebanadas de pan de molde
- Mayonesa
- Mostaza (opcional)
- 6 lonchas finas de jamón dulce cocido
- 80 gramos queso Cheddar o Gruyere rallado (o tres lonchas)
- 1 huevo
- 2 o 3 cucharadas de leche
- Una pizca de sal
- Una piza de pimienta
- Una nuez de mantequilla
- Azúcar glas
- Mermelada de fresa o frambuesa para acompañar
Elaboración:
-Primero, retira el borde a las rebanadas de pan de molde.
-Unta la cara interior de cada una de las tres rebanadas con una capa de mayonesa. Si te gusta la mostaza, puedes hacer previamente una mezcla de ambas (dos partes de mayonesa y una de mostaza) y untar con ello el pan.
-A continuación, añade un puñado de queso rallado, disponiéndolo de forma que cubra toda la superficie de cada rebanada.
-Encima del queso, pon en cada rebanada un par de lonchas finas de jamón dulce.
-Ahora montamos los tres pisos: sobre la primera rebanada, colocamos la segunda y, por último, la tercera (ésta, dada la vuelta para así ‘cerrar’ el sándwich).
-Lo aplastamos un poco con ayuda, por ejemplo de una tabla, o cualquier elemento plano que tengamos en la cocina (la base de una olla grande, etc), para que coja estructura.
-En un plato cascamos el huevo, sumamos la leche, la pizca de sal y pimienta, y batimos.
-A continuación, bañamos bien el sándwich por ambas caras por el huevo batido. De forma que todo quede bien impregnado, también los bordes.
-Ponemos a fuego medio una sartén con una nuez de mantequilla.
-Una vez derretida la mantequilla, freímos el sándwich por ambas caras hasta que quede doradito y el queso se haya derretido. Puedes girar un poco el sándwich por los lados, para estos también adquieran ese bonito color.
-Retiramos el sándwich sobre un papel de cocina para retirar el exceso de grasa.
-Cortar por la mitad y espolvoreamos por encima con azúcar glas.
-Podemos acompañar con mermelada de fresas o frambuesas.