Al igual que los sevillanos viven con gran intensidad la Feria de Abril o los pamplonicas los San Fermines, los donostiarras hacen lo propio cada 20 de enero con el que es su Día grande. Lo hacen con la famosa tamborrada: más de 100 sociedades gastronómicas y culturales recorren por turnos durante 24 horas las calles de la ciudad, tocando piezas escritas -en su mayoría- por el compositor vasco Raimundo Sarriegi.
Centenares de ciudadanos, vestidos de militares (con uniformes que evocan la presencia de tropas napoleónicas en San Sebastián durante la ocupación francesa) y también de cocineros. Y es que, de sobra es conocido, la gastronomía es uno de los elementos más identitarios de la capital guipuzcoana. De hecho, la mayor parte de las sociedades que desfilan en la tamborrada son gastronómicas.
Una jornada que los donostiarras viven, como decimos, con gran emoción, y que también se convierte en un atractivo para turistas, que se acercan a vivir la fiesta y conocer las costumbres locales. De entre las culinarias, resulta una oportunidad perfecta para ir de bar y en bar y de pintxo en pintxo; reservar mesa en alguna sidrería (la nueva temporada de sidrerías acaba de arrancar) o, esto solo si se tiene la fortuna de haber sido invitado por algún socio, conocer más de cerca las sociedades gastronómicas donde se reúnen los guipuzcoanos a comer. No suelen faltar en esas reuniones clásicos de la cocina de zona: angulas con ajo y guindilla, kokotxas en salsa verde, bacalao al pipil…
Dado que, desafortunadamente, no podemos estar hoy en San Sebastián, encontramos un 'pequeño consuelo' colgándonos el delantal y preparando algunas recetas cuyo sabor nos remite a esta bellísima ciudad bañada por el Cantábrico. Si te apetece hacer lo mismo, aquí algunas ideas: