La menestra es una receta bastante sencilla de de preparar y que, cuando está bien hecha, resulta deliciosa. ¿Una de las claves para obtener lo mejores resultados? Utilizar verduras de buena calidad y de temporada. Se hacen elaboraciones similares en otros países. La palabra 'menestra' procede del latín 'mixtura,' que significa mezcla, lo cual refleja perfectamente la esencia de este plato. Sigue nuestra receta, paso a paso.
Cómo preparar menestra de verduras
Tradicionalmente, la menestra se ha hecho siempre con verduras de temporada -que es la versión más fresca y deliciosa-, pero tampoco queda mal con vegetales congelados o en conserva: alcachofas, guisantes, zanahoria, judías verdes, coliflor, espárragos, etc.
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Se puede cocinar de muchas maneras diferentes y, en ocasiones, además se 'enriquece' con otros productos como jamón, cordero, gambas... La clave es no sobrecocer las verduras para que mantengan su sabor y una textura 'al dente'.
El proceso es bastante sencillo: se hierven las verduras, cada una el tiempo que necesite. Posteriormente, en una sartén se rehoga la cebolla con un poco de aceite, se añade un poco de harina para espesar la salsa, caldo y vino blanco y se deja que reduzca. Escurrimos las verduras y las añadimos a la sartén, removemos ¡y listo!
¿Qué aporta la menestra de verduras?
Desde un punto de vista saludable, la menestra es un plato muy completo y con grandes aportes beneficiosos para nuestro organismo. Las verduras están repletas de vitaminas, minerales y fibra. Carecen de grasa y apenas contienen calorías. Muchas son diuréticas, nos ayudan a mantener el colesterol a raya, depurar nuestro organismo e hidratarlo y reforzar nuestro sistema inmunitario.
¿Qué diferencia hay entre menestra de verduras y panaché de verduras?
La menestra es un plato de origen español, mientras que el origen del panaché es francés. Ambos hacen referencia a platos con una mezcla de verduras. En la menestra, las verduras, una vez cocidas, se suelen terminar con algún líquido -caldo, vino, agua...-. Hay quien las reboza con harina y huevo y las fríe después -pero esto aporta más calorías como es lógico-. Mientras que en el panaché las verduras se cuecen y se escurren y, a veces, se saltean después.