Los guisos, como decimos, son una técnica de cocción lenta, que permite que los sabores se mezclen y que la carne se vuelva tierna y jugosa, además de conservar más nutrientes de los alimentos. Nos parece un auténtico acierto preparar este guiso de pollo, al que pondremos varios vegetales. Optamos por unas pechugas troceadas en dados -pero te valen otras piezas como muslos o contramuslos- y por usar un caldo ya hecho. El punto es conseguir ablandar la carne del ave y la patata y la zanahoria, que son tubérculos con una textura más dura. Aromatiza con las especias y hierbas que más te gusten.
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