Se suele hacer en un tamaño más grande y es extremadamente delicada y crujiente por la cantidad de hojas de pasta filo que lleva. En cada región, hay diferentes variantes de pastelas - pastillas o bastil-las como allí se llaman-, y su sabor especiado y ligeramente dulce es una maravilla. Puedes optar por rellenarla con diferentes carnes y como frutos secos no suelen faltar almendras, pistachos o avellanas. Canela, azafrán, pimienta, jengibre, comino, cúrcuma, clavo son algunas de las especias que aportan sabor a la pastela, aunque depende del gusto de cada uno. Las nuestras las terminamos con trufa negra rallada.
Mini tartas 'tatin' de cebolla caramelizadaPor Susana Baticón