Son muy pocos los que no mueren por unos huevos bien fritos, con sus correspondientes patatas. Y si les añadimos jamón ibérico y unos pimientos de Padrón ¡no se puede pedir más! Es una elaboración sencilla, en la que hay que hacer bien la fritura, pero el resultado es un auténtico manjar.
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Curiosidades sobre los pimientos de Padrón
- Se trata de una variedad de pimiento verde, pequeño y de sabroso tamaño que a veces pica. De ahí el dicho de "unos pican y otros no".
- Cuando pican es por un compuesto llamado capsaicina, que se relaciona con la variedad genética, el riego y el clima.
- La forma más habitual de prepararlos en fritos y luego aderezados con escamas de sal.
- Se cultivan en la localidad coruñesa de Herbón y su temporada va de mayo a octubre. De hecho, existe la Denominación de Origen Protegida 'Pimientos de Herbón'.
- Para cocinarlos, se lavan, y se secan muy bien para que no salte el aceite. Se fríen en abundante aceite de oliva echándolos en la sartén con el aceite no muy caliente para evitar que se desprenda la piel.