El calendario gastro rinde hoy, 30 de septiembre, tributo a un alimento de la cesta de la compra resulta absolutamente fascinante: el limón. Un cítrico milenario, que en Asia comenzó cultivándose hace más de 2.500 años, y que a España llegó en el siglo X gracias a los árabes (quienes lo expandieron por la cuenca mediterránea).
Hoy día se cultiva prácticamente en todo el mundo y sus variedades se cuentan por decenas, aunque solo unas pocas son las comercializadas. En España, por ejemplo, las más consumidas son variedades más o menos grandes, de cáscara amarilla (Limón Fino o Primofiori, y Limón Verna están entre las más populares).
Y decimos que este cítrico nos produce verdadera fascinación porque, más allá de sus propiedades nutricionales como fuente de vitamina C, pocos alimentos resultan tan versátiles. Ya os contábamos aquí cómo su aprovechamiento es máximo (su pulpa, claro, pero también su pulpa, incluso sus hojas).
Con él lo mismo podemos aromatizar un cóctel, que preparar una limonada, que hacer una salsa para acompañar platos salados, una vinagreta para ensaladas, cortarlo en rodajas y dar sabor a un pollo o a un pescado; convertirlo en ingrediente de un sorbete, un granizado o un helado, o hacer con un él mil y una recetas de repostería.
El universo de texturas que puede ofrecernos es igualmente amplio, así que esta vez, para rendir también nosotros pleitesía a uno de nuestros cítricos favoritos, vamos a usarlo en ocho recetas distintas en las que el limón se presenta en ocho texturas diferentes.