Las cremas son una de las preparaciones más antiguas de la humanidad. Se cree que nuestros antepasados las consumían para aprovechar al máximo los alimentos disponibles en cada época y llenarse de energía y de nutrientes. Además de con ingredientes frescos, podemos prepararlas con conservas de verduras, legumbres, etc.
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Algunos consejos y curiosidades para preparar una buena crema de verduras
- Son una manera también de evitar el desperdicio de alimentos e incluir esos vegetales que están un poco menos tersos y tenemos arrinconados en la nevera.
- Antaño las sopas y las cremas eran consideradas "comida de pobres", ya que se elaboraban con ingredientes sencillos y económicos como pan, agua y verduras de temporada. Sin embargo, con el tiempo, se han convertido en platos cotidianos e, incluso, de alta cocina.
- Su textura suave y su calidez las convierten en un plato ideal para los más pequeños de la casa, pero gustan a todo el mundo y son perfectas para cuando los termómetros marcan temperaturas más bajas.
- Las cremas de verduras y legumbres son una excelente fuente de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, esenciales para una dieta saludable. Son fáciles de digerir, y, por tanto, perfectas para personas con problemas digestivos o para incorporar en dietas blandas.
- Gracias a su alto contenido en fibra, las cremas nos proporcionan una sensación de saciedad prolongada, ayudándonos a controlar el apetito y a mantener un peso saludable.
- Para aportarles más sabor a las cremas, rehogamos primero los vegetales elegidos con un poco de aceite de oliva.
- Podemos potenciar el sabor con caldo de verduras casero, especias y hierbas aromáticas.
- Una buena guarnición para este plato son vegetales salteados, trocitos de pan, un chorrito de aceite de oliva o de nata para cocinar.