Si pensamos en las formas de integrar la quinoa en nuetros platos, las ensaladas son una de las opciones más comunes. Sin embargo, exiten muchas más formas de que este pseudocereal milenario llegado de Los Andes pueda aportarnos sus propiedades beneficiosas, del desayuno a la cena.
Y es que, sin ser un 'superalimento' (ya sabemos que ninguno lo es por sí mismo; de hecho, un humilde garbanzo puede superar en 'bondades' a decenas y decenas de productos con mucho más marketing), lo cierto es que sí puede ser interesante tener presente la quinoa al hacer nuestra lista de la compra. Nutricionalmente, es buena fuente de proteínas, aporta vitaminas E, B2 y B3, minerales como magnesio, fósforo, hierro, y potasio… Además, tiene un gran poder saciante.
¿POR QUÉ EN ESPAÑA SE LLAMA QUINOA Y NO QUINUA?
Un poco más abajo verás algunas recetas con la quinoa como ingrediente. Pero antes, vamos a recordar esta curiosidad lingüistica, que muchas veces sale a relucir a hablar de este producto. Realmente la palabra original es quinua, término que viene del quechua y que da nombre a este pseudocereal. Cuando hace unos años explotó el boom de la quinua en muchos países anglosajones, la palabra quedó traducida como ‘quinoa’ dado que, para ellos, su pronunciación a nivel fonético, es mucho más sencilla así. Lo curioso es que fue de esta manera como llegó también a España, donde se adoptó esa forma traducida. Algo que no tiene demasiado sentido (en este caso los problemas de fonética no existen), pero que, no obstante, se ha perpetuado con el tiempo. Tanto es así, que si los compradores buscan este producto en España, lo más probable es que en el etiquetado figure ‘quinoa’ en lugar de ‘quinua’.
Resuelta esta singularidad, vamos ya a colgarnos el delantal para difrutar de la quinoa en propuestas tan sencillas y ricas como estas.