Simplemente con unas gotas de zumo de limón, un poco de pimienta y un buen aceite de oliva virgen extra, el salmón ahumado resulta delicioso. En el terreno de los aperitivos nos encanta, de mil y una maneras (sin duda, uno de los imprescindibles de las mesas navideñas); también nos gusta mucho como alternativa a la hora del desayuno, como protagonista para el relleno de originales bagels, croissants, o los famosos huevos Benedictine a la hora del brunch.
Otra opción que nos encanta es convertirlo en producto estrella de infinidad de ensaladas. Así, con un solo gesto, podemos convertir una ensalada ‘del móntón’ en un bocado gourmet. Solo basta con añadir unas lonchas de salmón ahumado, una delicatessen que, además, nos ofrece interesantes cualidades nutricionales (fuente de proteínas, el salmón nos ofrece también un buen aporte de ácidos grasos saludables).
Parece que aún nos quedan semanas de calor y, con él, de menús cargados de platos frescos -si, además, nos ayudan a retomar buenos hábitos en la mesa, mejor que mejor-. Así que nuestra propuesta de hoy, dentro de ese gran abanico de opciones, pasa por prepararnos una rica ensalada salmón ahumado. Si tú también te animas, he aquí algunos ejemplos: