El bizcocho conocido como 3,2,1 -números referentes a las medidas de vaso de yogur con distintos elementos que lleva- es una de las primeras elaboraciones más típicas de cuando se empieza a cocinar. La hacemos casi casi desde que somos niños y en algunos casos, como en el nuestro, continuamos preparándola de mayores. Porque una vez que se aprende la receta más básica, nos permite enriquecerla y aportarle una gran cantidad de ingredientes. Aquí tienes la vídeoreceta del bizcocho de yogur con fresas y cobertura de chocolate.
Leer más: De calabaza, de fresa, de chocolate…. ¡anímate a probar estos ‘bundt cakes’!
Recomendaciones para hacer el clásico bizcocho de yogur 3,2,1
Este dulce casero tiene muchas ventajas, entre ellas que es superfácil de preparar y que se hace con elementos de lo más cotidianos: azúcar, harina, aceite -o mantequilla-, huevos, levadura y yogur.
- El envase del yogur -cuyo sabor puede ser natural o aromatizado- es el que vamos a utilizar para medir todos los ingredientes. Recuerda que el 1 hace referencia a la medida de aceite, el 2 a las de azúcar y el 3 a la harina y los huevos.
- Un truco para lograr que nos quede más esponjoso es batir las yemas con el azúcar y montar las claras a punto de nieve, por separado. Mezclar las yemas con el resto de ingredientes e incorporar las claras al final con movimientos envolventes.
- Es importante engrasar y enharinar bien el molde, o cubrirlo con papel de horno para que no se pegue el bizcocho al desmoldarlo y te será mucho más fácil si se trata de un molde desmontable.
- No olvides tampoco que hay que precalentar el horno unos 5-10 minutos antes de introducir el bizcocho y hornear entre 30 y 40 minutos.
- Si se tuesta demasiado, podemos sacarlo y cubrirlo con papel de aluminio durante los últimos 10 minutos de cocción.
- Mejor que mejor para que se hornee bien, quede esponjoso y no se baje si no abrimos el horno durante el tiempo de cocción.
- Una vez que se temple, puedes desmoldarlo y colocarlo sobre una rejilla para que se enfríe del todo y terminarlo, por ejemplo, con azúcar glas.
Leer más: Postres con bizcocho superfáciles: aprovecha restos... ¡y triunfa!