Es una especie que vemos durante casi todo el año en las pescaderías y más que nada el de piscifactoría. La dorada es baja en grasas y eso la convierte en uno de los pescados más consumidos, especialmente asada con patatas o a la sal. Puedes elegir una de tamaño grande o varias individuales dependiendo el número de comensales. Y ahora, ¡ve precalentando el horno!
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Una gran aliada para nuestra salud y en la cocina
Su carne jugosa y sabrosa, junto a su buena relación calidad-precio, sus enormes posibilidades culinarias y sus propiedades saludables hacen de la dorada un pescado que gusta mucho. No tiene demasiadas espinas y, además de al horno y a la sal, resulta deliciosa a la parrilla, al vapor o frita. Se trata de una especie muy mediterránea a la que le van de cine distintas hierbas aromáticas, especias y guarniciones como las patatas o las verduras.
Por lo que respecta a sus cualidades nutricionales, aporta pocas calorías y es rico en proteínas, además de ser fuente de minerales como potasio, magnesio, sodio y fósforo y de vitaminas A, E, B3 y B12. Se recomienda consumir cuando no quieres tomar grasas, necesitas alimentos fáciles de digerir, quieres prevenir alteraciones cardiovasculares y regular el colesterol.
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Patatas panaderas como guarnición
Son uno de los acompañamientos más tradicionales de pescados y carnes y se trata de patatas en rodajas finas que se cocinan al horno con cebollas y especias -hay quien le pone un chorrito de vinagre también-. Su nombre hace referencia a la forma en que quedan crujientes por fuera y tiernas por dentro. Las mejores variedades de patata para esta elaboración son la Kennebec y la Desirée pero en el mercado encuentras seguro unas en las que se indica 'patatas para asar'.