Sacarle el máximo jugo, literal y metafóricamente. Es lo que intentamos hacer cada verano con un alimento, el tomate, que en esta época encuentra -al menos, gran parte de sus variedades- su mejor momento de consumo.
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Y como jamás nos cansaremos de repetir y la magnífica idea que es apostar siempre por los alimentos que de temporada (más económicos, más sabrosos, más sostenibles), en la época estival nos encanta celebrar el tomate, en cualquiera de sus formas. Si es de buena calidad, simplemente cortado en rodajas y con un poco de sal y un buen aceite de oliva virgen extra es un bocado espectacular.
También claro, en forma del imprescindible gazpacho. Pero las sopas frías que podemos preparar con el tomate como parte de la lista de ingredientes son muchas. Aquí juntamos algunas, a modo de ejemplo.