Esta receta es muy variada y equilibrada nutricionalmente. Por un lado, tenemos las proteínas que nos aportan tanto el queso azul como las barritas de pescado y marisco, por otro, las vitaminas, minerales y fibra de la lechuga y la cebolla roja y, además, las grasas saludables tanto del aguacate como de las aceitunas. Ensaladas como esta, también muy sabrosa y colorida, pueden constituir perfectamente un plato único porque son muy completas.
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Curiosidades sobre el surimi
Es un ingrediente que aunque pensemos que es relativamente moderno, su origen se encuentra en Japón y nace de una técnica milenaria surgida, en el santuario de Ikuta, por la necesidad de conservar el pescado fresco y ofrecer nuevas formas de consumo fáciles y nutritivas a los soldados. Parecer ser que fue idea de una emperatriz guerrera llamada Gingu para llenar de fuerza a las tropas en la batalla.
El surimi sigue siendo considerado un manjar en el país nipón y el más conocido en Occidente es el kanikama, cuya forma imita a las patas del cangrejo gigante japonés: blancos por dentro y naranjas por fuera -lo hay en otros formatos-. En España el más valorado es el que hace Krissia -que lo tiene en versión original, bajo en grasa y con un plus de proteínas- y se hace con lomos y filetes frescos de abadejo de Alaska, un pez de la familia del bacalao.
Estas barritas -hechas con pescado limpio picado, del que se extrae la proteína, se mezcla con diferentes aditivos y se cuece para darle su característica textura de gelatina- se pueden tomar como snack o añadiéndolas a cualquier plato tanto en frío como en caliente. Además contienen vitamina B12, omega 3 y selenio, y son bajas en grasas. Le van bien a rellenos de sándwiches y bocadillos, pasteles salados, cócteles en frío... y deliciosas ensaladas como esta.
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