Las altas temperaturas del verano pueden afectar la calidad y el sabor de todos los lácteos en general y, entre ellos, el queso, pero como no queremos dejar de consumir este producto, hemos de tener en cuenta una serie de consejos para conservarlo de la forma más adecuada. Y, claro, no todas las variedades de queso se conservan igual.
El queso fresco lo consumimos durante todo el año, pero es quizás ahora cuando más lo tomamos, porque invita a incluirlo en ensaladas, sopas frías, aperitivos, etc. Según Antonio Sánchez, Brand Manager de Quesos TGT, referente de la producción y la distribución de queso a nivel nacional: “en esta época del año, con las altas temperaturas, el queso que más se consume son los quesos frescos y tiernos gracias a su gran versatilidad".
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Consejos para conservar el queso en verano
Cada tipología de queso tiene unos requisitos y necesidades específicas para su conservación. Sin embargo, existen algunos consejos generales que nos ofrecen desde TGT y pueden ayudar a prolongar la vida de este producto en verano así como prevenir la formación de moho y bacterias, manteniendo intacta su calidad y sabores característicos.
- Mantener el queso a una temperatura adecuada. Para conservar la frescura del queso, es crucial que esté tu nevera a una temperatura entre 4-9ºC. Los curados pueden tolerar una temperatura más alta, entre 8 y 12ºC.
- Envolver el queso para evitar un exceso de humedad. Utiliza papel film transparente u otro material de envoltura (papel parafinado o un paño limpio) para cubrir el queso, permitiendo que respire y evitando la formación de moho. Tampoco un ambiente demasiado seco favorece la conservación
- Además, colocar un trozo de papel de cocina debajo del queso ayuda a absorber la humedad que pueda liberar.
- Almacenar el queso en recipientes herméticos para minimizar la exposición de aire y preservar su sabor y textura. Los tápers de cristal o queseras de cristal son una excelente opción para mantener el queso en condiciones óptimas.
- El queso debe mantenerse apartado de alimentos con olores intensos, como pescados ahumados o quesos muy olorosos, para evitar que absorba olores y aromas no deseados. Lo ideal es destinar un área específica en tu nevera para preservar el sabor y la calidad del queso.
- Guardar el queso en el frigorífico, en la parte más baja de la nevera o en el estante más frío y evitar la puerta ya que es donde más fluctúa la temperatura.
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Algunos consejos adicionales
- Comprar quesos en porciones pequeñas para evitar que se estropeen antes de poder consumirlos.
- Dejar que el queso se atempere a temperatura ambiente durante unos 30 minutos antes de servirlo.
- Si el queso tiene moho, cortar y desechar la parte afectada.
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Recetas veraniegas con queso
Durante la época de verano apetecen platos fáciles y frescos que nos ayuden a hacer frente al calor. Aquí tienes 5 recetas con diferentes quesos en las que inspirarte para afrontar estas temperaturas sin renunciar a sabores deliciosos.