El gazpacho, en su versión más conocida y extendida, tiene su origen en Andalucía, España. Se remonta a la época de Al-Ándalus (siglo VIII), donde se consumía una preparación a base de pan, agua, vinagre y aceite, considerado su antecedente más antiguo. Luego llegaron el tomate y el pimiento, además del ajo y el pepino.Y hoy en día son miles la de gazpachos que se preparan cambiando unos u otros ingredientes. En este caso, los protagonistas son los guisantes y las espinacas congeladas.
Los congelados nos ofrecen varias ventajas, son más asequibles, nos permiten disponer de ellos durante cualquier época independientemente de que sean o no de temporada, en la cocina tienen las mismas posibilidades que los alimentos frescos y conservan prácticamente sus mismos nutrientes (vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra, etc). Nosotros siempre tenemos varios alimentos en el congelador porque son una gran solución en el día a día, tanto vegetales, como carnes, aves, pescados, etc.
Beneficios para la salud de los guisantes y de las espinacas
Los guisantes pertenecen al grupo de las legumbres y las espinacas al de las verduras y ya sabes que ambos los hay, cuando son temporada, en fresco, pero si no, podemos optar por ellos en conserva o congelados. Si nos referimos a los primeros desde un punto de vista nutricional, lo más destacado es su alto contenido en fibra, antioxidantes que ayudan a prevenir el daño celular y el envejecimiento prematuro y ser una buena fuente de proteínas vegetales.
Por lo que respecta a las espinacas, son bajas en grasas y en calorías, son una verdadera bomba de vitaminas y minerales, ricas también en fibra y antioxidantes, nos ayudan a reducir enfermedades del corazón y la diabetes tipo 2, contribuyen a tener una mejor salud visual y fortalece nuestro sistema inmunológico.