Nacieron en Inglaterra pero se popularizaron en Estados Unidos, y de ahí al resto del mundo -en sus orígenes se hacían con una masa de harina integral, levadura, leche y huevos-. Todos hemos caído rendidos ante los esponjosos muffins. Te proponemos una elaboración salada para la que empleamos guisantes, zanahorias y maíz congelados, además de huevos, harina y leche. ¡Quedan riquísimos y son un tentempié ideal para tomar en cualquier ocasión!
¿Sabes dónde y cuándo nacieron los muffins?
El origen de los muffins se remonta a Inglaterra, donde hay referencias en recetarios desde 1703, concretamente londinenses. Su nombre deriva de la palabra original moofin, que a su vez se cree que proviene de una adaptación del término francés moufflet, que significa "pan suave". En el siglo XVIII eran muy populares pues eran un alimento fácil de preparar y con ingredientes baratos y en el siglo XIX desembarcan en Estados Unidos gracias a los emigrantes británicos. Aquí los muffins se empezaron a hacer con una enorme variedad de sabores y rellenos, tanto dulces como salados. También se modificó su receta original, utilizando harina refinada y otros ingredientes.