Pan y queso también saben a beso, recetas para conquistar

El refrán original en lugar de pan se refiere a las uvas, una fruta muy buena amiga del queso. El significado, ya sea con pan o con el fruto de la vid, se refiere a que ambas combinaciones saben tan buenas como un beso. 

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Tomar pan con queso es algo ancestral, pues los dos productos atesoran miles de años de historia y hay evidencias arqueológicas de que este hábito era común en las primeras civilizaciones de Mesopotamia, Egipto y Grecia.

El pan y el queso se complementan perfectamente en cuanto a sabores, texturas y formatos. Ya sean más o menos crujientes en el caso del primero y más o menos fuertes y con distintas texturas el segundo.

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Ambos también los verás formando parte de distintos platos, para tomar desde el desayuno hasta la cena: aperitivos, sopas, ensaladas, guarniciones... aquí puedes encontrar 10 recetas con pan y queso como muestra.

Pan de nueces con queso fresco y miel

Hacer tu propio pan es una de las experiencias más gratificantes y entretenidas que existen. Prueba con estos bolllitos de nueces que servimos en rebanadas con un poco de queso fresco y miel. Para el desayuno o la merienda, ¡son perfectos!

Bocados de queso de cabra rebozado y frito con mermelada de frambuesa

Determinados tipos de queso quedan deliciosos empanados y fritos, porque su interior se derrite y se deshace al comerlo. Se acompañan con algún tipo de mermelada o confitura. Aquí nos decantamos por unos trocitos de queso de cabra que pinchamos en palos de brocheta antes de freírlos.

Ensalada César con rosetas de queso

Dos ingredientes clásicos de esta famosa ensalada son el pan y el queso. El origen de la César está en la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana, se cree que inventada por un cocinero italiano. En esta versión, en lugar de Parmesano, le echamos un queso suizo.

Pan plano con queso Halloumi

Los diferentes panes planos como la pita, el naan, la tortilla mexicana, etc, son magníficos acompañantes de distintos quesos. Aquí, usamos Halloumi, que lleva una mezcla de leche de oveja y cabra y tiene un sabor salado y ligeramente ácido. Lo tomamos sobre un pan plano untado con hummus y tzatziki

Sopa de tomate con queso feta, jamón y picatostes

Hay algunas sopas que admiten la incorporación de diferentes queso dependiendo de si son frías o calientes y del toque que les queramos dar. A esta sopa de tomate, le va muy bien un poco de feta desmenuzado, que ya sabes que es el queso griego más famoso.

Pan relleno de ajo, queso y hierbas aromáticas

Esta es una de esas "recetas perdición", porque está tan buena que hay que moderarse al comerla -no es precisamente baja en calorías-. Se pone al principio de la comida y es una auténtica delicia, con la textura crujiente del pan, la fundente del queso y el frescor de las hierbas aromáticas.

Tosta de aguacate con queso crema a la remolacha

El queso crema es de los más versátiles que hay y se unta con las variedades de pan que más nos gusten a cada uno. En nuestros desayunos no faltan ni uno ni otro, y en muchas ocasiones, tampoco el aguacate.

Fondue de queso 'moitié-moitié'

Esta es otra de las recetas en las que el pan y el queso alcanzan su máximo apogeo. La fondue, originaria de los Alpes suizos, consiste en una olla con queso fundido caliente en el que se sumergen daditos de pan.

Sopa de cebolla dulce con queso cheddar

Esta es una sopa de fama mundial. Nacida en Francia, una de sus características más representativas en el pan que lleva por encima con queso y que se gratina antes de comerla. ¡Cuidado porque se sirve muy muy caliente!

Sándwich de jamón serrano, queso crema y champiñones

El queso es otro de los ingredientes que pocas veces faltan en un sándwich y máxime si es caliente. Se funde y aporta una textura y un sabor únicos. Aquí es el complemento de otros ingredientes como el jamón serrano y unos champiñones.