El recetario ligado a la carne de pollo es casi infinito. En este caso proponemos una alternativa que suele gustar a todos en casa y que, además, resulta de lo más vistosa: cocinarlo en forma de pastel salado. Muchas veces, este tipo de platos se presentan con una cobertura de hojaldre, pero aquí, optamos por finas hojas de pasta filo.
Ingredientes
- pasta filo (2 hojas grandes)
- 500 gramos de pechuga de pollo
- 1 yema de huevo
- 500 gramos de calabaza
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 4 cucharadas de almendras picadas en grano grueso
- 1 cucharada de semillas de sésamo negro
- 30 gramos de mantequilla derretida
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- sal
- pimienta
Preparación
- Pelar y cortar en juliana la cebolla.
- Pelar y picar el ajo.
- Cortar el pollo en dados de 2 cm.
- Pelar la calabaza, retirar las semillas y cortar la pulpa en dados del mismo tamaño.
- Cocer la calabaza en una cazuela con agua que la cubra y sal 15 min. Escurrirla y reservarla.
- Calentar el aceite en una cazuela y sofreír el ajo 1 minuto.
- Añadir la cebolla y rehogar 5 minutos.
- Salpimentar los dados de pollo, incorporarlos a la cazuela y saltearlos sin que lleguen a dorarse.
- Agregar los dados de calabaza reservados, mezclar y retirar del fuego.
- Cortar 16 círculos de pasta filo con un diámetro 2 cm mayor que el de los cuencos resistentes al horno que se vayan a utilizar.
- Precalentar el horno a 190º.
- Rellenar los cuencos con el contenido de la cazuela.
- Pincelar con la mantequilla una de las caras de los círculos de pasta filo, superponerlos de cuatro en cuatro y cubrir el relleno de los cuencos presionando ligeramente.
- Batir la yema con 2 c.s. de agua, pincelar la superficie, repartir por encima las semillas de sésamo y las almendras picadas y hornear a 190º entre 12 y 15 minutos, hasta que se dore.
- Retirar del horno y dejar enfriar un poco antes de llevar los pasteles a la mesa.
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