Puedes usar la de arroz, pero para hacer este plato es mejor la morcilla de sangre, porque la vamos a deshacer y a cocinar con un poco de huevo -le van muy bien también unos piñones tostados-. La servimos con cebolla ligeramente caramelizada -la dejamos solo hasta que empiece a coger algo de color- y pan tostado. Puedes ponerlo como entrante o en menor cantidad como aperitivo.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.