La versatilidad del calabacín está fuera de toda duda. Somos sus fans número 1, también porque es una de las hortalizas más saludables que hay y con menos calorías. Es el protagonista de la base de esta pizza y también le pondremos algunas rodajas por encima, unos tomates cherry y unos champiñones. Una vez horneada, adereza con las especias que más te gusten aunque quizás el orégano y la albahaca son las dos que más se identifican con la pizza.
Ingredientes
Para la base
- 500 gramos de calabacín
- 1 unidad de huevo
- 100 gramos de queso emmental rallado
- ajo seco molido
- cebolla en polvo
- sal
Para la cobertura
- 4 cucharadas de salsa de tomate
- 8 unidades de tomates cherry
- 1 puñado de champiñones laminados
- calabacín
- 150 gramos de queso mozzarella rallada
- aceite de oliva
Preparación
- Lava, seca y ralla los calabacines. Echa en un bol, añade un poco de sal y deja reposar un ratito.
- Coloca el calabacín rallado dentro de un trapo, retuércelo y elimina el líquido que suelta.
- Precalienta el horno a 200ºC.
- Mezcla el calabacín con el huevo, el queso emmental, ajo y cebolla en polvo y sal.
- Coloca la masa sobre una bandeja de horno forrada con papel y dale forma de pizza.
- Hornea durante unos 20 minutos a 200ºC.
- Lava, seca y corta por la mitad los tomates cherry y en rodajas finas el medio calabacín.
- Extiende la salsa de tomate por encima de la base de pizza y añade el queso mozzarella rallada, el calabacín, los champiñones y los tomates cherry.
- Agrega una pizca de sal y un chorrito de aceite y mete en el horno durante unos 8 minutos.
- Saca con cuidado y decora con la hierba aromática que más te guste.
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