Aplicamos la misma técnica que para una forma determinada de cocinar las patatas que ya te hemos mostrado en alguna ocasión. Se trata de darles un corte en acordeón, en este caso a dos mitades de una calabaza de la variedad violín o cacahuete, aderezar con especias y hierbas y asarla en el horno para servir como guarnición. Es una preparación que data de 1700 y debe su nombre al restaurante sueco Hasselbacken.
Gambones al horno, receta fácil y para todos los bolsillosPor Susana Baticón