Nos inspiramos en la tradicional quiche Lorraine para hacer esta versión con verduras como berenjena, tomates y remolacha. Usamos queso cremoso, pero se podría sustituir, por ejemplo, por unas rodajas de mozzarella. Para la base utilizaremos masa quebrada ya comprada, habitual en este tipo de tartas saladas.
Ingredientes
- 1 lámina de masa quebrada (pasta brisa) (250 gramos)
- 2 huevos
- 2 tomates
- 1 berenjena
- 1 remolacha grande cocida
- 150 gramos de queso cremoso de untar
- 1 loncha de beicon gruesa
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- sal
- pimienta
- orégano para decorar
Preparación
- Lavar la berenjena, retirar las puntas y cortarla en rodajas de 1 cm. Dorarlas por sus dos caras en una sartén con el aceite y reservar.
- Precalentar el horno a 180º.
- Pelar la remolacha y cortarla en rodajas de 1 cm.
- Lavar los tomates y cortarlos en rodajas del mismo grosor.
- Retirar la piel al beicon y cortarlo en tiritas.
- Extender la lámina de pasta quebrada en un molde de unos 20 cm, cubrir con papel sulfurizado, rellenar con legumbres secas y hornear 12 minutos a 180º. Sacar y retirar las legumbres y el papel.
- Distribuir por encima las rodajas de tomate, berenjena y remolacha y las tiras de beicon.
- Batir los huevos con el queso cremoso, salpimentar, verter sobre las verduras y hornear entre 15 y 18 minutos a 180º.
- Decorar con el orégano a la salida del horno y repartir en los platos.
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