Esta es una tarta italiana típica sobre todo de la Semana Santa, que tiene una corteza muy crujiente gracias a la masa filo y lleva espinacas y dos tipos de queso. Sorprende ver los huevos enteros en el interior del pastel al cortarlo. Lo ideal es que tenga 33 capas de masa, el mismo número de años que cumplió Jesucristo hasta que acabó en la cruz. Sigue esta receta de la sueca Tove Nilsson y ¡te saldrá perfecta!
Mini tartas 'tatin' de cebolla caramelizadaPor Susana Baticón