Este es un plato representativo de la cocina mexicana que hace referencia a los colores de la bandera por varios de sus ingredientes: el verde del chile, el blanco de la salsa con nueces, la nogada, y el rojo de la granada. También lleva carne picada y se atribuye su creación a las monjas agustinas del convento de Santa Mónica en Puebla para celebrar la Independencia de México. Aquí va nuestra versión.
Calabazas rellenas con carne y setas: el sabor del otoñoPor Susana Baticón