En lugar de usar pasta, la sustituimos por tiras de calabacín -con un espiralizador quedan perfectas- y las cocinamos de la misma forma que haríamos cualquier carbonara auténtica -esto es sin nata-, con su panceta, su yema de huevo, su sal y su pimienta. Esta hortaliza la puedes preparar con otras salsas típicas de la cocina italiana como la pesto, la boloñesa, etc.
Cómo hacer un huevo frito en el microndas en menos de un minutoPor Susana Baticón