La textura del ajo negro es suave, gelatinosa y su sabor es entre dulce y ácido y más suave que el ajo blanc o morado. Se puede comer crudo o cocinado de la misma manera que el ajo fresco. Preparamos un puré de patata que pondremos en la base para terminarlo con unas patatas con ajo negro cocinados en aceite y terminaremos con un ligero golpe de gratinado. El resultado es ideal para tomar como entrante o como guarnición de todo tipo de platos.
Ingredientes
- 6 unidades de patata
- leche
- 50 gramos de mantequilla
- 1 cabeza de ajo negro
- aceite de oliva virgen extra
- hierbas aromáticas
- sal
- pimienta negra
- sal en escamas
Preparación
- Lava 4 patatas y las otras pélalas y córtalas en rodajas no muy gruesas.
- Pela los ajos negros y córtalos en láminas.
- Llena una olla con agua, ponla al fuego y cuece las patatas enteras con la piel durante unos 30 minutos.
- Escurre las patatas y pélalas para pasarlas por un pasapurés.
- Devuelve las patatas a la olla, por a fuego medio e incorpora la leche y la mantequilla.
- Salpimenta y no dejes de remover hasta que obtener la consistencia del puré. Reparte el resultado en 4 moldes individuales resistentes al horno.
- Echa aceite en una sartén, pon al fuego y cocina las patatas con las láminas de ajo negro.
- Escurre y coloca las patatas con el ajo negro sobre el puré de patata.
- Gratina unos minutos en el horno, saca, echa unas escamas de sal y un poco de pimienta negra recién molida y sirve con hierbas aromáticas.
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