Una de las formas más deliciosas de disfrutar de los higos es en su versión dulce, como postre. La mejor manera de servirlos es aún tibios, acompañándolos de un poco de helado de vainilla y un hilo de su melaza, que se obtiene a partir del almíbar o jugo que sueltan los higos durante la cocción con vino moscatel, canela y clavos de olor. Esta receta concretamente, la autora la elabora con vino de Cómpeta, que es una localidad malagueña.